Aunque se trata de una hipótesis sin confirmar, se ha apuntado la posibilidad de que los dos fallecidos que fueron hallados el pasado lunes en un descampado del extrarradio de Manacor, podrían no haber muerto en el lugar en el que fueron encontrados. En este supuesto, ambos cuerpos sin vida habrían sido trasladados y colocados, uno en una silla y el otro en un sofá abandonado. Esa podría ser una de las líneas de investigación que practica la Policía Nacional, que acudió solícita al lugar tras recibir el aviso de un ciudadano que se había topado con el triste espectáculo de los dos cuerpos en plena fase de descomposición. Después llegaron familiares de los fallecidos, protagonizando escenas de profundo dolor por la pérdida de sus seres queridos.
Al principio se especuló con la posibilidad de que la muerte de ambos fuera debido a una sobredosis de alguna sustancia adulterada, algo que no se sabrá hasta conocer el resultado de las pruebas de toxicología. Inicialmente, las autopsias practicadas el martes a los cadáveres no contemplan indicios de violencia, aunque no se descarta por completo la mano criminal, por lo menos hasta conocer las pruebas de toxicología.
En el lugar en el que fueron hallados los cuerpos, no se encontraron restos de droga ni jeringuillas hipodérmicas, por lo que no puede confirmarse la intoxicación por sustancias adulteradas. Además, esa posibilidad podría implicar otros escenarios similares en la zona, algo que no se ha producido.
Uno de los dos fallecidos, Ramón, de 34 años, estaba desaparecido desde el pasado 13 de julio, por lo que la familia dio aviso a la Policía, además de anunciar la desaparición con un cartel que fue distribuido en Manacor, con la foto de Ramón, que en los últimos tiempos trabajaba de albañil.
