Entrevistas

Tòfol Milán: “Eliminar la Oficina Anticorrupción sería un gran error que perjudicaría enormemente al ciudadano”

Después de que el Govern anunciara su intención de eliminar la Oficina Anticorrupción, todas las alarmas han saltado en esta oficina de reciente creación, con apenas siete años de recorrido. Por eso nos hemos puesto en contacto con su director, Tòfol Milán, para saber de primera mano qué piensa el máximo dirigente de la Oficina Anticorrupción sobre este asunto.

  • En primer lugar, ¿cómo te sientes al enterarte por la prensa de que el Govern quiere cerrar la Oficina Anticorrupción?
  • Pues es bastante raro…, y me he sentido un poco decepcionado, la verdad. Se supone que las administraciones públicas actuamos en comunidad y nos debemos respeto institucional. Que el portavoz asegure una cosa así a la prensa sin que nadie del Govern se haya puesto en contacto con la oficina, la verdad es que sorprende mucho. También me sorprende que el Govern diga que va a eliminar la Oficina Anticorrupción, cuando esta oficina depende del Parlament, y no del Govern.
  • ¿Cuáles crees que son las causas de que el nuevo Govern quiera cerrar la Oficina Anticorrupción?
  • Son varias las causas, aunque yo creo que la principal razón es el desconocimiento. Se quiere transmitir una imagen de que la oficina no es eficaz, de que tiene competencias duplicadas, y no es así. De la misma manera, también se quiere transmitir que es una oficina politizada que solo persigue a determinados partidos políticos, cuando no es así. La Oficina Anticorrupción es absolutamente imparcial, como debe ser, nunca miramos quién está detrás de un expediente, los que dicen que la Oficina Anticorrupción es partidista transmiten una desinformación que no hace ningún bien a nadie.
  • ¿Me podrías poner algún ejemplo que explique esa imparcialidad de la Oficina Anticorrupción de Baleares?
  • Para que te hagas una idea, de los casos que hemos investigado, diecinueve son contra partidos de la derecha, y sesenta y un casos son de partidos de la izquierda. ¿Qué quiere decir eso? Que evidentemente, como en estos años la izquierda ha estado mucho más en el poder, ha habido más investigaciones hacia las organizaciones de izquierda. Sin embargo, tras las elecciones, el mapa político de Balears ha girado hacia la derecha, y eso supone que la gran mayoría de las denuncias irán dirigidas hacia los partidos de la derecha. Eso es así, son las reglas del juego. Lo que parece es que en estos años, la resolución de algunos casos vinculados a la izquierda no han sido del agrado de la derecha, y por eso existe esa desconfianza totalmente injustificada hacia nuestro trabajo.
  • Desde tu punto de vista, ¿por qué es importante que se mantenga la Oficina Anticorrupción?
  • La Oficina Anticorrupción tiene dos áreas de trabajo, ambas cruciales para el buen funcionamiento de nuestra sociedad. Una de prevención, que trata de educar a los niños, y de dar a conocer medidas que luchen contra la corrupción. En este apartado, diría que lo más importante es nuestra labor con los niños y niñas del archipiélago, esa labor formativa en la que les explicamos que su formación no es gratuita, que todo tiene un coste. Las escuelas, los hospitales, los parques públicos, todo sale adelante con más facilidad si no hay corrupción de por medio. Aparte de esto, está nuestra labor de investigación, que es la más dolorosa para los partidos políticos, porque al final la nuestra es una labor incómoda para ellos. Nosotros les vigilamos, recibimos denuncias y luego las investigamos. Si en esa investigación vemos algo que presuntamente pueda ser un delito penal lo trasladamos inmediatamente a la Fiscalía.
  • Hace siete años que se creó este departamento. ¿Qué balance haces del trabajo que se ha hecho?
  • Te diría que lo más importante no ha sido la consecución de la oficina como tal, sino la consecución de los derechos de los ciudadanos. Con esta oficina, los ciudadanos tienen derechos que antes no tenían. Es cierto que la parte formativa es muy importante, pero más importante aún son los derechos que tienen los ciudadanos a poder presentar denuncias de cualquier materia a nuestra oficina. Por eso digo que el gran perjudicado de un posible cierre de nuestra Oficina es el ciudadano. Hay que tener en cuenta que las denuncias se presentan anónimamente, lo que hace que cualquier trabajador pueda exponer sus quejas sin miedo a las represalias. La protección del denunciante es otro gran logro de la Oficina Anticorrupción, y todos estos derechos se van a perder si desaparece la oficina. ¿Dónde van a presentar una denuncia los trabajadores, si no se atreven a hacerlo en su trabajo?
  • ¿Tienes prevista alguna reunión con el Govern, para intentar reconducir este asunto?
  • Este jueves tengo una reunión con el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne. Tengo previsto contarle el trabajo de la oficina, cuáles son nuestros objetivos, y que conozca de primera mano los expedientes que tenemos en marcha y los expedientes pendientes. Espero que esta reunión sirva para que el Govern tome una decisión mucho más objetiva. Si van a cerrar, también tendrán que decidir qué hacer con los expedientes no resueltos, y ese derecho no se puede eliminar de un día para otro, así que espero que esta reunión sirva para algo y se lo piensen mejor. En definitiva, eliminar la Oficina Anticorrupción sería un gran error que perjudicaría enormemente al ciudadano.
  • ¿Hay posibilidades de que el Govern dé marcha atras tras ese encuentro?
  • Es difícil saberlo. Mientras tanto yo tengo claro que tengo que seguir trabajando. Nosotros nos debemos a lo que sale publicado en el BOIB y en el BOE, y como hasta ahora no ha salido publicado nada, nosotros seguimos trabajando igual que el primer día. No voy a negar que se vive cierta intranquilidad entre los trabajadores de la oficina, pero se sigue trabajando igual, es nuestro trabajo. Más que nada, porque nosotros creemos en nuestro trabajo. Los trabajadores de la Oficina Anticorrupción ven muy injusto que se piense en eliminar esta oficina, y lo ven injusto no porque vayan a perder su puesto de trabajo. Ellos son todos funcionarios, conseguirán otro trabajo enseguida. Ellos lo ven injusto porque saben que el trabajo que se lleva a cabo en la oficina es importante. Al fin y al cabo, ¿quién hará nuestro trabajo, quién defenderá el derecho de los ciudadanos a presentar una denuncia sin temor a represalias, si no somos nosotros? No hay nadie más que haga una labor similar.

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