SIN RODEOS: Puede que corruptos en potencia celebren delimitar el delito de malversación
Pedro Sánchez y Esquerra Republicana de Catalunya, promotores de la propuesta para delimitar el delito de malversación, quieren que la idea en cuestión sea aprobada antes del último día del año, puede que al objeto de que, a partir del día 1 de enero de 2023, los políticos acusados de prevaricación puedan respirar más tranquilos de cara a los juicios a los que deben enfrentarse por presuntos delitos de prevaricación, como, por ejemplo, Oriol Junqueras y otros independentistas catalanes que organizaron el referéndum ilegal por la independencia de Catalunya, con millonarios gastos con cargo a las arcas públicas de la Generalitat de Catalunya cuando el fugado Carles Puigdemont era el presidente.
De ser aprobada la propuesta, todos los acusados por el referéndum verán rebajadas ostensiblemente sus penas, en caso de ser considerados culpables de prevaricación y de sedición, un delito éste también minimizado.
Claro que la rebaja penal del delito de prevaricación solo se refiere a los casos en que el delito no haya favorecido los bolsillos particulares de los acusados, que cabe suponer no les faltarán excusas para argumentar que las “ganancias” eran para el partido o por el “interés general” de la ciudadanía.
La propuesta, de ver la luz verde, habría llegado tarde para muchos políticos corruptos que ya han penado o siguen penando cárcel por la comisión de tantos delitos, como, por ejemplo, el expresidente balear, Jaume Matas, la exprincesa de Mallorca, Maria Antònia Munar y su séquito, o el expresidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, condenado por su dichoso “invento” del 3 por ciento a pagar por los concesionarios de obras y servicios. Todos ellos, y muchos más, habrían resultado beneficiados con la rebaja del delito de prevaricación. Incluso el exduque de Palma, Iñaki Urdangarín, podría haber evitado la cárcel en la que ha vivido a cuerpo de rey hasta que lo han puesto en libertad.
Diferentes sectores del PSOE se han mostrado contrarios a la propuesta que tanto favorece a los independentistas catalanes, aunque es muy posible que no logren que el presidente Sánchez recule al respecto. Pedro Sánchez, al que quien suscribe votó en las dos últimas elecciones generales y que seguro no lo hará en las próximas, se agarra al máximo sillón del Gobierno con un pegamento que huele al independentismo que los más encopetados barones socialistas critican.
Además, la propuesta de Pedro Sánchez y ERC, podría dar lugar a que los políticos corruptos en potencia celebren delimitar el delito de prevaricación, al no exponerse a penas tan duras, siempre y cuando les sea posible argumentar que el delito no sea en beneficio propio.
