
Manacor tiene un 20% de viviendas vacías
La enorme presión turística y demográfica que ha sufrido Balears en los últimos treinta años, con aumentos de población que superan el 50% y con unos índices de presión humana que llegan a los dos millones de personas en agosto en un mismo día, tiene también otro punto de vista porque hay otro enfoque. Es el de la Mallorca ‘vaciada’, zonas de la Isla donde existen municipios en los que, a pesar de la superpoblación global, hay un elevadísimo porcentaje de casas sin habitar.
Para que los lectores se hagan una idea de cómo funciona este fenómeno, si existe un lugar de Mallorca que conoce bien esta lacra es Costitx. Allí, el porcentaje de viviendas vacías se dispara hasta el 54,67 %. En Sencelles, localidad colindante, el porcentaje llega al 40,84 %. Además de los pueblos del interior de Mallorca, el mayor porcentaje de viviendas vacías se da también en municipios de la Serra de más difícil acceso, mientras que el porcentaje más bajo se presenta en el corredor demográfico que une Palma con Alcúdia. De hecho, la mayoría de los municipios que están en ese eje que enlaza la capital con el norte de la Isla tienen un porcentaje de viviendas vacías inferior al 15 %.


Vivienda vacía en Manacor
¿Y qué pasa con el municipio de Manacor? ¿Cuáles son las intenciones del Ajuntament de Manacor para solucionar este problema? Miquel Oliver, alcalde y delegado de Urbanismo del ayuntamiento manacorí, lo tiene muy claro: “Una de les fites més importants del mandat anterior va ser aconseguir una via per donar sortida i ús als edificis de pisos construïts i que amb el Pla General han quedat fora d’ordenació. Gràcies a aquesta iniciativa es contribueix a millorar la imatge de la ciutat, reduint el número de construccions inacabades que hi ha a Manacor i, sobretot, s’incentiva la creació d’habitatges destinats a protecció oficial. Malgrat el canvi de Govern, des de l’Ajuntament mantenim el compromís de continuar amb aquesta fórmula, que beneficia socialment els ciutadans i també permet que l’Ajuntament compti amb un parc d’habitatge protegit propi”, asegura el alcalde. Al mismo tiempo, pone el foco en algunas de las medidas que pretende sacar adelante el Ajuntament de Manacor.: “Continuarem les iniciatives que vàrem posar en marxa durant el mandat anterior per donar un nou ús als habitatges sense ús. La nostra visió és transformar aquests espais en recursos que beneficiïn els ciutadans i a Manacor en el seu conjunt. Així mateix, el Pla General permet promoure la rehabilitació d’habitatges sense ús perquè puguin ser habitats de nou. La fórmula de la col·laboració público-privada permet trobar solucions innovadores que permetin recuperar habitatges buits i posar-los en ús de manera sostenible. També hi ha un interès en revisar el planejament del centre de la ciutat, illeta per illeta. D’aquesta manera es podria aconseguir que els grans casals puguin tenir una opció real de compatibilitzar l’ús residencial amb la figura de protecció”.
Más allá de estas medidas, es evidente que el margen de acción del Ajuntament ante este conflicto es limitado, y que se necesita una acción conjunta del Gobierno estatal, del Govern y de los ayuntamientos para solucionar este problema con rapidez y eficacia. Ahora bien, ¿cuáles deben ser esas medidas? La secretaria de Acción Sindical de CCOO Baleares, Catalina Ginard, lo tiene muy claro: “Aunque la Ley de Vivienda del Gobierno estatal ayuda en parte a solucionar este problema, el Govern va a jugar un papel crucial en este asunto. Va a ser el Govern el que decidirá si Balears cumple con los requisitos de zona tensionada en el mercado del alquiler. Lo peor en todo este asunto es que esos requisitos se cumplen sobradamente, pero el Govern de Prohens ya ha dejado bien claro que ellos no van a declarar a Balears zona tensionada”.
Independientemente de lo que haga o no el Govern, Ginard también quiere apuntar las que, a su juicio, son las mejores medidas para paliar esta problemática: “Se pueden tomar muchas medidas, algunas de ellas con cierta rapidez, para actuar ante este conflicto. En primer lugar, apostar por la creación de un parque de vivienda del alquiler, en el que se priorice por aquellas viviendas ya construidas. En segundo lugar, poner en marcha programas de captación de viviendas desocupadas. En tercer lugar, repartir las bonificaciones fiscales de la vivienda entre los propietarios e inquilinos, para que así estas viviendas se inscriban en un registro público, como un ayuntamiento. En definitiva, son muchas las medidas que se pueden tomar en este aspecto desde un ayuntamiento, y sobre todo, desde el Govern, pero para ello hace falta voluntad política”.
Como bien dice la representante de CCOO, son muchas las soluciones a este problema, y prueba de ello son las medidas que propone el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Baleares, José Miguel Artieda, muy diferentes a las de Ginard: “Se puede dar mayor seguridad a los propietarios, facilitar la tramitación de licencias, proponer incentivos fiscales, llevar a cabo un mayor control en el alquiler turístico…” Aparte de todas estas soluciones a un conflicto tan complejo como éste, Artieda también quiere poner el foco en las causas del agravamiento de este problema: “Es cierto que no hablamos de una problemática reciente, aunque ha sido en estos últimos años cuando este conflicto se ha agravado. ¿Cómo se explica esto? Muy sencillo. En estos dos últimos años se ha agravado la situación de emergencia habitacional, especialmente por el gran aumento de la demanda, y muy especialmente en el mercado del alquiler habiendo desaparecido toda la oferta disponible. Por otro lado, si observamos los datos vemos que en los pueblos es donde más porcentaje hay de vivienda vacía, y esto se debe en principio a dos aspectos. Por una parte, es donde más inmuebles sin reformar hay, y por otra, es también donde más segundas propiedades tienen los residentes. En cambio, Palma, Ibiza, Maó o Ciutadella no alcanzan el 10%. En el caso de Manacor, el porcentaje llega al 20%, lo que es preocupante, sin llegar tampoco al nivel de otras zonas de la isla, como es el centro o parte del norte de Mallorca”.
105.443 viviendas vacías en Balears
Los datos del INE son muy llamativos al respecto. En Balears hay 105.443 viviendas vacías, el 16,15 % del total de las construidas, lo que supone un 48% más de viviendas vacías desde la última vez que se hizo este estudio, hace justo diez años. Lo peor de todo es que ese aumento de viviendas vacías se ha dado al mismo tiempo que los precios se disparaban. Ante semejantes datos, y más allá de todo lo que pueda o no pueda hacer el Ajuntament de Manacor para solucionar este problema, parece evidente que las políticas del nuevo Govern de Prohens van a ser cruciales en el corto y medio plazo del futuro de la vivienda balear. Y más que las políticas, la nueva Ley de Vivienda que tiene previsto anunciar el Govern en las próximas semanas. Una ley que, ante la negativa del Govern a aplicar la Ley de Vivienda del Gobierno estatal, intentará aplicar muchas de las políticas del PP en materia de vivienda.
Respecto a esta negativa, la representante sindical Catalina Ginard se muestra muy clara: “Las propuestas que hasta la fecha ha planteado el Govern van en estrecha consonancia con las solicitadas por los promotores inmobiliarios. Hablamos de crear una ley balear de vivienda y cargarse la norma estatal. El PP quiere una norma autonómica que permita agilizar la tramitación de proyectos en suelo urbanizable, saltándose el planeamiento municipal si es necesario, aumentar la altura de edificios y que estos puedan incluir viviendas de menor tamaño. Por si todo esto fuera poco, también pretenden ceder suelo público a promotores privados para la construcción de viviendas de precio tasado. En definitiva, creo que es una mala noticia para Baleares que el Govern se niegue a aplicar la norma estatal, que sin duda ayuda a solucionar el conflicto de las viviendas vacías. No es posible que en un momento como el actual, de encarecimiento de la vivienda y estancamiento de sueldos, el PP opte por políticas del siglo pasado”.
Sobre este asunto también se pronuncia el alcalde, que pone en valor la necesidad de normalizar un desarrollo urbano sostenible: “Advocam per un desenvolupament urbà sostenible que inclogui la rehabilitació d’habitatges antics com a part del nostre compromís amb un Manacor més verd i habitable. La intenció és donar un a resposta a la necessitat d’habitatge, sense que això signifiqui més creixement”, sentencia Miquel Oliver.

