
SIN RODEOS: Señoras y señores del Govern Balear, no jueguen con el turismo
La nueva Ley Turística elaborada y presentaba por el conseller de Modelo Económico del Govern de les Illes Balears, Iago Negueruela, y aprobada en la sesión del Parlament del pasado martes, contempla ventajas e inconvenientes. Está bien que se establezca un techo en materia de ocupación turística, dado que las islas tienen una limitación de terreno y hay que preservar las zonas cuyas imágenes hacen único y encantador el territorio balear, tan desprotegido en tiempos de triste recuerdo, aunque gracias a Dios superados.
La nueva Ley Turística fue aprobada en contra del criterio de los socios del Govern, Podemos y Més, al no ser incluidos en la nueva Ley sus interesadas propuestas, hasta el punto de que el vicepresidente del Govern, el podemita y juez en excedencia, Juan Pedro Yllanes, abandonó el pleno.
Por supuesto que el Partido Popular y VOX votaron en contra, no sé si por sistema o por convencimiento. El portavoz del grupo “popular” argumentó que la Ley Turística aprobada, tiene solo un año de vida, pronosticando que tras las próximas elecciones del mes de mayo de 2023, el Partido Popular será el que gobierne en la Comunitat Autònoma de les Illes Balears. “En 2023 derogaremos esta Ley Turística”, aseveró el portavoz “popular”.
Por supuesto que la nueva Ley Turística puede ser mejorada. Sin embargo, esperemos el PP y VOX, en el caso de que formen Gobierno juntos, no nos obliguen a cumplir con normativas turísticas propias de los tiempos de José Ramón Bauzá en la presidencia del Govern.
El Govern actual y el eventual sustituto, no pueden ni deben jugar con el turismo que ha dado riqueza y bienestar a la ciudadanía balear desde el boom turístico de los años sesenta.


Desmantelando chiringuitos
El desmantelamiento de chiringuitos de las playas y los que ha reducido a escombros el Govern de Francina Armengol, tampoco puede entenderse como una buena medida para mejorar la calidad de vida de los turistas y de los ciudadanos y ciudadanas que entre chapuzón y chapuzón, disfrutaban de tomar un refresco en el chiringuito.
Los chiringuitos, por ejemplo, d’Es Trenc, no molestaban a nadie y ofrecían un servicio que ahora intentan ofrecer los ilegales “manteros de playa”.
Sin duda, la nueva Ley Turística adolece de una norma expresa para los Chiringuitos, con unos requisitos en su instalación que no molesten ni choquen con el ambiente, y favorezcan la calidad de vida de los asiduos a las playas del encantador litoral balear. Está bien que prohiban fumar en las playas, pero que no dejen tomar un saludable refresco a los bañistas, no es de recibo. No sé cómo es posible que la presidenta Armengol y su gobierno no lo entiendan.