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SIN RODEOS / La presidenta Armengol no suspenderá ni rebajará impuestos

A los políticos, aferrados a sus astronómicos sueldos, poco parecen importarle los miles de ciudadanos que cobran poco más de
400 euros mensuales y se ven obligados ahora a afrontar el pago de impuestos y los gastos de escolarización de sus hijos

El Govern de les Illes Balears que preside la inquera Francina Armengol, no quiere ni siquiera plantearse la posibilidad de suspender o rebajar los impuestos propios de cara a los Presupuestos de 2022 que tiene intención de aprobar antes de finales del año actual.


Para nada Armengol quiere mirarse en el espejo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha decidido anular los impuestos propios que Madrid tiene establecidos. Sin embargo, aquí, en la Comunitat Autònoma balear, los ciudadanos y ciudadanas deberemos seguir rascándonos los bolsillos para afrontar, o, por lo menos intentar, el pago obligatorio de los múltiples tributos, tasas y otras gaitas con las que crucifican nuestras economías personales y familiares cada doce meses, incluidos los impuestos propios del Govern Balear, como son el cánon de saneamiento de aguas, el de vertidos e incineración de residuos sólidos, el impuesto sobre estancias turísticas, la ecotasa…


Y todo esto, durante la pandemia del coronavirus que tantas vidas se ha cobrado y se sigue cobrando, y dejarnos a los pies de los caballos en la mayor crisis económica que sufrimos más que vivimos.


La presidenta Armengol y su séquito argumentan que los impuestos propios son imprescindibles “para garantizar unos servicios públicos en condiciones en unos momentos tan difíciles como son los que se están viviendo con la pandemia”.


Por lo menos no han dicho que no bajarán ni suspenderán los impuestos para garantizar los astronómicos sueldos que perciben mensualmente de las arcas públicas, aunque no descarto que también lo tengan in mente.
Si los políticos y el montón de asesores, amiguetes y enchufados que pululan por el Govern, el Parlament y los consells de Mallorca, Menorca y Eivissa se rebajaran los astronómicos emolumentos que se embolsan mensualmente, y, por lo menos mientras dure la pandemia y hasta que sea remontada la drástica situación económica actual, seguro que podrían rebajar y suspender impuestos. Solamente se trataría de que todos los miembros de esa pandilla de privilegiados circunstanciales aceptaran cobrar cada mes un sueldo no muy superior a los mil euros, con lo que el ahorro sería muy superior a lo que el Govern recauda con los impuestos de su propiedad. Pero tranquilos, que este gallo no cantará.


Poco parece importarles a los políticos con cargo el agravio comparativo de sus pomposos sueldos, que dudo se ganen, con los de los miles y miles de ciudadanos que perciben poco más de cuatrocientos euros al mes y que ahora, encima, deben afrontar, no sé como, el pago de impuestos y los gastos de escolarización de sus hijos.
“Per llogar cadiretes”.

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