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La Asociación de Constructores y el Ajuntament de Manacor colaboran para ofertar el curso de PRL entre el 28 de junio y el 1 de julio en Manacor

El curso de Prevención de Riesgos Laborales en la Construcción se impartirá en Manacor este verano. Un curso de obligado cumplimiento si se pretende trabajar en el sector constructor balear y que el Ajuntament de Manacor ve con muy buenos ojos para dar salida a la población en situación de desempleo. Una opción viable teniendo en cuenta que el sector se ha mantenido bien durante la pandemia y que prevé, según nos cuenta la gerente de la Associació de Constructors de Balears, Sandra Verger, que “los fondos europeos llegarán próximamente con importantes partidas para generar nueva actividad”.

Buenas noticias que traen compromisos y colaboración entre la asociación y el Ajuntament, decidiendo apostar por un curso básico y obligatorio en el sector y a coste cero para el ciudadano. El Ajuntament se hará cargo de los gastos del curso invirtiendo una pequeña cantidad de 2.880 euros y ofreciendo 20 plazas para este primer curso. Núria Hinojosa, delegada de Desenvolupament Local, espera conseguir llenar el cupo de plazas y plantear un segundo curso para septiembre, deseando institucionalizar la formación y mantener una regularidad anual. El curso se realizará por las tardes, del 28 de junio al 1 de julio, entre las 15 y las 20 horas, de lunes a jueves, sumando un total de 20 horas. La formación la impartirá la entidad Fundación Laboral de la Construcción en un espacio propio de la asociación en vía Palma 98, 2º piso. La inscripción al curso puede realizarse gratuitamente a través de la página web de www.sommanacor.cat desde ya. También, Jaume Caldentey, delegado de la Associació de Constructors de Llevant, agradecía la colaboración con la entidad pública y remarcaba la “necesidad de tener trabajadores cualificados en el ámbito medioamiental”.

En este punto, la rueda de prensa empezó a tratar otros temas vinculados con el sector, y todos los representantes ofrecieron sus posturas al respecto. Se habló primero de las perspectivas de futuro del sector, pronunciándose la gerente de Balears positiva al respecto: “Va creciendo poco a poca la actividad en obra nueva y también la reforma”. Destacaba la pequeña obra y la reforma como una demanda recurrente desde el confinamiento general que ha mantenido al sector a lo largo de la pandemia ocupado. En este aspecto, comentaba la gerente que “las partidas europeas serán muy importantes para impulsar la rehabilitación y reforma”, especialmente para la recuperación de barrios, y también en “eficiencia energética”, como comentaba Jaume Caldentey. Respecto a los precios de la vivienda, comentaron todos que el precio habitacional no ha disminuido, sino que más bien se ha incrementado, tanto del alquiler como de la nueva adquisición, concretamente en las Balears. Hacía hincapié la gerente Sandra Verger en el alto precio del suelo urbano. “Tenemos un territorio muy limitado y no podemos crecer permanentemente, debemos proteger el suelo rústico”. De este modo, añadía la gerente que “con el poco suelo urbano que hay en la isla, es normal el crecimiento exponencial del precio del solar, incluyendo luego la edificabilidad del terreno, variando el precio dependiendo del número de habitáculos permitidos en potencial construcción en el solar”. Jaume Caldentey también nos advertía de una preocupación general en el sector en cuanto a la subida de los precios de las materias primas. “Tenemos que ser conscientes de que, al vivir en una isla, todo el material tiene que llegar en barco y el precio sube notablemente por desgracia”. Matizaba Sandra que el incremento de estas materias primas está alcanzando un aumento del 20% y el 30% en materiales como la madera o el aluminio. Justificaban así la dificultad del sector a la hora de realizar un presupuesto a precio cerrado por el cambiante precio en los elementos primarios de la construcción.

Hablaron también del reto de reducir el periodo de tramitación de licencias que, concretamente en Manacor, suelen alargarse durante al menos un año, siempre y cuando no tengan que realizarse rectificaciones en el proyecto. Admitía la regidora del Ajuntament de Manacor que tienen que mejorar y agilizar los trámites de licencias en obra mayor y explicaba que “estamos trabajando para agilizar los trámites y hemos incorporado en el último año dos nuevos arquitectos y un técnico jurídico”. Núria Hinojosa se mostraba optimista al comentar que “el número de licencias solicitadas en el municipio se han mantenido, tanto para rehabilitar como para hacer obra nueva”. Ponía el ejemplo de la rehabilitación y reforma impulsada desde el Ajuntament mediante una subvención en las viviendas localizadas en la zona de S’Antigor. Explicaba también que, en el caso de rehabilitar, “los trámites son más efectivos siempre y cuando no cuenten con una ampliación de la vivienda”. “Simplemente, con una declaración responsable, puedes conseguir la autorización por parte del Ajuntament a rehabilitar tu habitáculo mientras no implique un crecimiento”. Finalmente, aprovechaba Jaume Caldentey para abrir el melón con la problemática referida a las viviendas de protección oficial en Manacor. “Manacor necesita vivienda pequeña para jóvenes y personas mayores, es necesario impulsar la vivienda asequible para fomentar la emancipación de la nueva juventud”. Exigía el delegado de Llevant la colaboración y el apoyo del Govern para impulsar estos proyectos que no se llevan a cabo debido a la normativa que regula el precio de la vivienda que no permite un margen de beneficios a las constructoras. “Por tema de números, las promotoras paralizan sus proyectos porque no salen las cuentas”. “El estado necesita confiar en la iniciativa privada para impulsar estos proyectos, el centro de Manacor tendría que destinarse a viviendas asequibles para jóvenes y personas mayores”. Núria Hinojosa explicaba la problemática y exponía que han solicitado ya entrar en el llamado grupo A de precios de vivienda de protección oficial para intentar igualar el precio del habitáculo libre con el de protección oficial, pasando a estar obligado a construir a 1.400 euros el metro cuadrado en el grupo B a construir a 1.940€ el metro cuadrado en el grupo A. Concluía Jaume Caldentey que “estos números que comenta Nuria tampoco son espectaculares, tampoco bastan para invitar al promotor a construir, necesitamos algún golpecito más en la espalda”. “Hay que solventar la problemática de las nuevas generaciones con los habitáculos llamados a ser puente, una vivienda asequible y pequeña que permita al joven emanciparse y ya, más adelante, mudarse y comprar una nueva casa, pero estas permanecerán siempre para la juventud”.

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