El músico afincado en Sa Coma, Rodrigo Rodríguez, se encuentra en Tokio (Japón), realizando labores de grabación y una importante actuación, Yamabiko, junto a su maestro, Kohachiro Miyata, y los músicos Jun Watanabe, Washuu Yoneya y Norikuni Iiyoshi.
El maestro Kohachiro Miyata, considerado uno de los más grandes maestros del shakuhachi en el mundo contemporáneo, ha creado una obra maestra que ha dejado una huella indeleble en la música tradicional japonesa moderna: Yamabiko. Esta pieza no solo resuena con la esencia del shakuhachi, sino que es también un testimonio del legado de Miyata como compositor e intérprete, donde captura la esencia del eco de las montañas (el Yamabiko), un fenómeno natural que en Japón tiene un significado espiritual, simbolizando la conversación entre el ser humano y la naturaleza.
La composición de Yamabiko no es simplemente una pieza musical, sino una meditación en sonido. Las notas del shakuhachi evocan el susurro del viento, el canto de las aves y el eco de las montañas. Miyata utiliza la respiración y los silencios para crear un paisaje sonoro, permitiendo que el oyente sea transportado a un espacio de reflexión y quietud.
Rodrigo Rodríguez, un discípulo de la tradición
Rodrigo Rodríguez, comarí de adopción, ha dedicado gran parte de su vida a el arte del shakuhachi, y ha colaborado en varias ocasiones con el maestro Kohachiro Miyata. Su enfoque está profundamente inspirado en la tradición japonesa, pero también añade un toque único, creando un puente entre Oriente y Occidente. Su interpretación de Yamabiko muestra una técnica refinada y una sensibilidad emocional que honran la obra de Miyata, mientras aporta su propio sello distintivo.
