Cuarenta años después de aquel desaguisado propio del franquismo tardío protagonizado por Dragados y Construcciones, Manacor sigue buscando agua potable

Antoni Sureda P.

Posiblemente bien conscientes de las perspectivas que apuntan a una crisis muy superior a la que ya padecimos en el año 2008 y sucesivos, desde la Empresa Municipal SAM, no cesan en su empeño de intentar el ir mejorando la calidad del agua que nos sirven mediante la red de distribución, y que nunca en estos ya casi 40 años desde que finalizaron las obras de la instalación de la red, los ciudadanos y ciudadanas de Manacor hemos podido hacer uso de ella en condiciones de potabilidad, que es lo que sería de desear, como también lo que la ley dispone sobre los suministros de agua.

“Mejora mucho si se mezcla con el agua de las cisternas”, decían algunos. Pero ahora ni eso. Las cisternas no se limpian con la periodicidad que sería de desear, y para más castigo, muchas de las nuevas construcciones, como máximo tienen pequeños depósitos de emergencia.

En la primavera del año 2016, ya recuperada la concesión que al final no resultó tan costosa ni traumática como algunos auguraban, el Ajuntament de Manacor tuvo a bien contratar al Ingeniero Francesc Grimalt, para que asumiera las funciones de gerente de la Empresa Municipal SAM. Desde entonces y con el añadido de partidas económicas a la empresa pública, hemos visto mejorar las condiciones de una red de distribución, cuyas pérdidas de agua a causa de las fugas, superaba en principio la que se podía facturar.

En estos años se han reparado multitud de fugas, se ha cambiado la canalización de las calles más afectadas, se ha seccionado la red por sectores que no obligan a cortar el suministro ante cualquier contratiempo, se han sustituido los contadores y se han reparado y saneado los depósitos elevados… Pero seguimos sin disfrutar de agua potable.

• El Ajuntament de Manacor, nos informa de la colocación de una nueva bomba de extracción de agua en el pozo de “Ses Tapareres”

Si en el 2008 vimos como se paralizaba la licitada y a punto de adjudicar ampliación del Hospital Comarcal de Manacor, no sería de extrañar que ahora el proyecto para conducir agua potable a Manacor, también hiciera su particular descanso de diez o quince años la llegada del agua de “Sa Costera i Sa Marineta” a Manacor.

En el comunicado remitido por el Departamento de prensa del consistorio manacorí, se nos informa de que se ha colocado una nueva bomba extractora en el acuífero de “Ses Tapareres”, a 80 metros de profundidad, y de que se instalarán placas fotovoltaicas en el solar de 200 metros en donde se encuentra el pozo de “Ses Tapareres”.

En el mencionado comunicado remitido, nos cuentan que en total se habrán gastado cerca de 300.000 euros, pero añadiendo que se confía en recibir el 60% de subvención por el coste e instalación de las placas fotovoltaicas que han sido valoradas en algo más de 263.000 euros.

Suponemos que por causa de un error, no se nos ha informado de la potencia de la bomba extractora ni de los litros por hora de su capacidad de impulsión.

Se ha dado sin embargo una coincidencia como mínimo curiosa: El ingeniero de Minas Pedro Nadal -el mismo que me animó a abandonar mi trabajo no remunerado de secretario de reivindicación de la Unión Local de la UGT en Manacor, para intentar confeccionar una candidatura y presentarme a las elecciones municipales del año 1979-,  a principios de los años 70 realizó un interesante y muy completo trabajo de fin de carrera o tesis, en relación al subsuelo de los terrenos circundantes a Manacor.

En este estudio, la zona de “Sa Moladora” fue calificaba como no recomendable para buscar agua a incorporar a la red de suministro de la Ciudad, y se recomendaba como zona más favorable la del suroeste coincidente con el acuífero de “ses Tapareres”.

Pedro Nadal, me aseguró que había entregado dos ejemplares de su estudio al Ajuntament, por si les interesaba su publicación. Meses después, personalmente comprobé la existencia de estos dos ejemplares en la Biblioteca Municipal, situada donde hoy se encuentra la oficina turística.

A finales de invierno de 1980, intenté volver a consultar los estudios, pero ya nadie pudo darme indicios sobre donde podía encontrarlos.