
Tras denunciar el mal estado del ‘Home Arbre’ en Cales… ‘Manacor Encantat’ baja el telón
Deprisa y corriendo. El Ajuntament de Manacor baja definitivamente el telón del ‘Manacor Encantat’ tras publicar en la pasada edición de “Manacor Comarcal” la denuncia por el mal estado de la escultura ubicada, hasta hace pocos días, en la plaça Mallorca de Cales. La magnífica obra artística del ‘Home Arbre’ de Sebastià Riera fue depositada en agosto en la localidad costera de Cales de Mallorca y, tal cual ‘El Pi de Formentor’ de Costa i Llobera, aguantó viento y marea con herida abierta de gravedad hasta terminar sus horas en una cochera de la Ronda Port de Manacor. ¡Qué lástima! Esperemos sea restaurable aún.


La brigada municipal de Manacor, el mismo jueves en que sacábamos a la luz la noticia, se encargó de transportar la enorme figura con un camión hasta su nuevo destino. Eran tan solo las 14 horas del 2 de diciembre del mediodía cuando el Ajuntament de Manacor bajaba el telón oficialmente del prestigioso ‘Manacor Encantat’ que tan bien empezó y tan mal acaba. La iniciativa de Comerç se lanzó con el titular de “a coste cero” y con el atractivo de las creaciones faraónicas de los dos artistas manacorins Sebastià Riera Pocoví y Toni Galmés Bennasar abanderando la campaña comercial. Todo un lujo. Manacor se lanzó de cabeza con un proyecto ambicioso que resultó ser muy positivo para el municipio, pero que finalmente cierra sus cuentas con algo de trampa. Ni tan ‘a coste cero’ fue todo, ni tan importantes eran para ellos las esculturas manacorines.
Ciertamente todos lo gozamos, especialmente los más pequeños. Un Manacor más bonito que nunca lució en primavera, se alargó hasta verano, y murió con la caída de las hojas en otoño para dar paso a la Navidad. Una lástima llegar a este extremo pudiendo apreciar lo que uno tiene y luce como emblema durante meses. Se olvidaron del ‘Home Arbre’, ejemplo del olvido de Cales de Mallorca u otras localidades costeras que suenan en el auge veraniego como epicentros del negocio y turismo, y desaparecen cuando nada queda por exprimir. Igual que una naranja, cuando el ‘Home Arbre’ ya dejó de emanar más jugo, se abandonó de la mano de Dios e, igual que escribe Costa i Llobera en su poema del ‘Pi de Formentor’: “i lluita amb les tormentes que assalten la ribera, com un gegant guerrer”.






