Las comidas con el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, los delegados municipales, Sebastià Llodrà y Joan Gaià, mi hijo Pep Lluís y quien suscribe, en el paradisíaco Restaurant Ca’n Pep Noguera, se están convirtiendo en una especie de sana y positiva tradición. La última vez pagué yo y el viernes de la pasada semana el anfitrión fue el batle Oliver. Disfrutamos de un inmejorable arroz brut marca de la casa, tras unos variados y excelentes entrantes, todo ello rociado con un buen vino de “la nostra terra”. Rematamos la excelsa comilona con ensaimada rellena acompañada de helado y los “ponxets” de cazalla que nos dejaron con el punto de alegría adecuado para arrancar una tan entretenida como distendida tertulia. De lo que menos hablamos fue de temas municipales, aunque aprovechamos para que el alcalde nos diera dos primicias. Una de ellas es que Miquel Oliver y Rafel Nadal habían acordado verse esta semana para tratar el tema de la escultura que prepara el Ajuntament como homenaje al manacorí multicampeón del tenis mundial, en la que, además de decidir la posible fecha del homenaje al tenista, el alcalde le presentaría el dibujo de la escultura que quiere colocar en la glorieta del Palau, frente a la Real Parroquia de Los Dolores. Un buen lugar para que la figura de Nadal constituya un atractivo más de la ciudad que le vio nacer. La otra primicia consiste en la propuesta de Miquel Oliver a la directiva de su partido para que Paula Asegurado sea la número 2 de la candidatura al Ajuntament en la que Oliver repetirá como cabeza de cartel. Si el comité acepta la propuesta, Asegurado integrará la lista como independiente al no estar afiliada a ningún partido político.
