El Restaurant Ca’n Salvador, es toda una institución en Porto Cristo. Fue fundado en 1979, de la mano de Salvador Cabrer y su esposa, Francisca Amer (al lado de un gran hombre, siempre hay una gran mujer). Ambos transformaron el bar que existía en el local, justo en el arranque de la calle Sureda, con vistas al “Riuet”, en el excelso restaurante que es actualmente, en dos etapas diferentes: primero se especializaron en pollos al ast, de cuya especialidad Ca’n Salvador se erigió en un auténtico número uno a nivel comarcal, como también en todo un referente en pizzas. Pasaron los años, y los pollos y las pizzas de Ca’n Salvador cobraron una gran fama, hasta que el matrimonio fundador decidió renovar y ampliar la oferta con una amplia y variada carta. La gran acogida que tuvo la nueva oferta, tanto a nivel popular como turístico, obligó, de forma paulatina, a reducir la elaboración de pollos al ast, que suprimieron definitivamente hace unos años, algo que lamentaron muchos fieles a los sabrosos pollos de Ca’n Salvador, entre los que me cuento. No obstante, sus excelentes pizzas de siempre, hoy continúan en la carta. Sin embargo, dado que las excelencias del Restaurant Ca’n Salvador son más que conocidas, con sus buenísimas y variadas paellas en primer término, hoy la noticia reside en que el fundador, Salvador Cabrer, que da nombre al restaurant, se ha jubilado. Aunque llevaba algunos años parcialmente jubilado, fue el pasado domingo, 12 de diciembre de 2021, cuando trabajó por última vez en la cocina del restaurante, para integrarse totalmente en el club de los pensionistas, coincidiendo con el inicio de las vacaciones de los profesionales de la casa, por lo que Ca’n Salvador permanecerá cerrado al público desde el pasado lunes 13 de diciembre, hasta el sábado 15 de enero de 2022, cuando de nuevo volverá a atender a sus fieles clientes y amigos. Precisamente, el lunes coincido con Salvador, en el Bar Nofre, de Porto Cristo, lo que aprovecho para que me cuente, a grandes rasgos, su trayectoria profesional. Me dice que nació en Manacor hace 72 años. Tras los años de escolar de EGB, se inició como carpintero, después trabajó en una cantera de marés que regentaba su padre, hasta que se inició en el mundo de la restauración, primero como camarero en el Bar Eolo, de Porto Cristo, después en una casona que había en la calle Port, hasta que surgió la posibilidad de regentar la casona de El Pino, con su mujer. En 1978, aprovecharon la oportunidad de alquilar el local del restaurante actual, propiedad de la familia Muntaner. Lo acondicionaron y, el 1 de enero de 1979, inauguraron el Restaurant Ca’n Salvador que, de forma paulatina, se convirtió en el referente que es hoy. Según sigue contándome Salvador, cinco años después de tenerlo alquilado, compraron el local, que hoy es propiedad de la empresa familiar que encabezan el propio Salvador y su esposa, Francisca, que, tras trabajar desde que se casaron, codo con codo con su marido, lleva algunos años jubilada, y que el pasado domingo, con motivo del último día de trabajo de su esposo, quiso estar a su lado, apoyándole incondicionalmente, como siempre. Salvador me dice que se jubila con la satisfacción que implica el hecho de dejar el establecimiento en muy buenas manos, con su hijo Salvador junior como buen chef de cocina, ayudado por su mujer, Bel Simonet, y su yerno, Lluís Martínez, como ejemplar jefe de sala y de camareros. Y lo sé por pleno conocimiento de causa, porque soy fiel cliente de Ca’n Salvador y amigo de la casa.
Como despedida, Salvador quiere agradecer a su numerosa clientela y amigos, la fidelidad al Restaurant que han patentizado durante tantos años, esperando que sigan confiando en los nuevos gestores, con la seguridad de que no les defraudarán. Deseamos a Salvador una feliz jubilación, junto a su gran mujer Francisca.
