J.L. Amer Veny
Claro que vale la pena. No lo duden, estas navidades siguen intactas gracias a la ilusión del colectivo más tierno y sincero del municipio. Los más pequeños. Ellos y ellas, cargados de sonrisas e ilusión y sin poner trava alguna, han cargado con el peso de estas señaladas fechas navideñas.
Como de costumbre, la familia se une en comidas y cenas atiborradas de manjares selectos e infinitos surtidos dulces. Turrones, mazapanes, bombones, ensaimadas, chocolate caliente y un sinfín de delicados postres de alta repostería que llenan el estómago tan solo con verlos. Aunque este año, en pequeños núcleos, por mucho comer nada consigue saciar nuestros vientres.
La Navidad está herida, dolida y cargada de miedo. Por segundo año consecutivo las celebraciones se han visto lastradas, modificadas o acomplejadas por la pandemia mundial. Un tira y afloja que parece nunca terminar y que cada día se despierta uno esperando comprar el periódico y ver en portada “Se acabó la guerra”. La sociedad sigue convulsionando ansiosa por volver y, cuando las fuerzas decaen, la sonrisa de los más pequeños nos recuerda que “vale la pena mantener la ilusión”.
Ellas y ellos, todos cuantos habéis esbozado o pintaréis en vuestro rostro una sonrisa en estas señaladas fechas, gracias. De corazón os lo digo. Mayores y pequeños que, cargando el uno del otro, habéis trabajado incesantemente por hacer real la ilusión, a modo de eslogan navideño, y merecéis el mismo reconocimiento que los sanitarios se han ganado a pulso. Aplausos para vosotros también. Que nada ni nadie nos quite las ganas de sonreír una vez más. Pidamos salud este año, claro que sí, pero pidamos también ilusión. Nos hace falta sonreír más, aunque sea bajo una mascarilla. Tan importante es la vacuna como la alegría. Ambos elementos son necesarios e indispensables para seguir adelante con nuestras vidas.
Estas navidades, al salir de casa, no os olvidéis la mascarilla, pero tampoco la ilusión.
“Manacor Comarcal” os desea unas felices fiestas y un próspero año nuevo.
