El pasado domingo 18, la Fira de Setembre volvió a Manacor para poner de nuevo de relieve lo mucho que tenía que ofrecer a los manacorins y visitantes. La Fira se llevó a cabo a través de tres ejes temáticos bien diferenciados. Los dos temas más importantes de este evento, la Fira Artesana y los puestos vinculados a la transición ecológica, ocuparon una parte importante de la plaça de sa Mora y avinguda del Tren. Por otro lado, en la calle Sebastià Nicolau estuvieron situadas las atracciones para los más pequeños. Colchonetas, piscinas de bolas, tiovivo,…
El domingo amaneció mucho más estival que el resto de los últimos días, lo que ya fue un impulso más para que los manacorins y no manacorins se acercaran a la Fira. Unos cuantos grados de más, algo menos de viento y humedad. Manacor rondaba los 25 grados, una temperatura ideal para pasear y tomarse algo en la Fira, o simplemente para que los más pequeños disfrutaran de la variada oferta de atracciones y obsequios que regalaba este evento.
La Fira comenzó a las diez de la mañana, y se alargó hasta algo más de las nueve de la noche. Sin duda alguna, de once a dos y de cinco a nueve fueron las horas en las que se vio a más gente rondando por Sa Mora y la avinguda des Tren. Muchas horas con mucha gente, algo que no es de de extrañar, si tenemos en cuenta la cantidad de puestos que había en la Fira. Por un lado, el gran número de puestos artesanales con todo tipo de productos, en los que destacaban por encima de todo los productos culinarios. Por otro lado, la Fira Ecològica ofrecía multitud de talleres, pequeñas paradas de la Conselleria y de Movilidad, coches y motos eléctricos…, y aunque es más que evidente que este era un evento festivo y de socialización entre los ciudadanos, tampoco se puede obviar el toque innovador (y comprometido) que desprendía este evento. Al fin y al cabo, hablamos de un acontecimiento que también buscaba sentar las bases de ese cambio de modelo económico y social tan necesario para nuestra sociedad, un cambio de modelo que pasará (y está pasando) por la transición ecológica y la digitalización. De hecho, varios espacios de la Fira trataban estos asuntos, temas tan importantes hoy en día como la reducción y gestión de residuos, la alimentación y la movilidad sostenible o el comercio y la artesanía locales. En definitiva, asuntos cruciales en el mundo que nos espera, que nunca está de más recordar.
