Desde hace años, el Ajuntament de Manacor tiene marginada la plaça Indústria y algunas de las calle adyacentes como, por ejemplo, la prolongación de la calle Ponent desde la Avinguda dels Pins de Sa Torre, repleta de hierbajos que la convierten en una selva intransitable y hacen imposible el acceso a las cocheras cuyos propietarios pagan religiosamente sus impuestos.
En lo que se refiere a la plaça Indústria, de la pista polideportiva, en la que hace años se practicaba el baloncesto y el futbito, quitaron las canastas de basquet y las porterías, sin que en años hayan sido repuestas.
También han desaparecido, como por arte de magia, el tobogán y otros juegos de la zona infantil de la misma plaza que los niños y niñas disfrutaban, sin que el Ajuntament se haya preocupado ni ofrecido explicación alguna.
Y qué decir de la tapiada fuente, en la misma plaza, que, lejos de volver a la función propia de cualquier fuente de agua, aprovechando el preciado líquido que fluye por el subsuelo de la misma, se ha convertido en poco menos que un estercolero.
El Ajuntament ha destinado unos 9 millones de euros a reformar y adecentar plazas de Manacor, que ya ha comenzado en la de Santa Catalina. Cabe esperar que entre ellas figure la plaça Indústria y la prolongación de la calle Ponent. Una zona cuyos vecinos pagan sus impuestos y, ojo, que también votan en cada convocatoria electoral.
