
SIN RODEOS: Vladimir Putin, un desalmado guerrero al que se le ha ido la olla
Vladimir Putin, que este año, de seguir vivo, cumplirá 70 años, se ha destapado como el viejo y desalmado guerrero que muchos presumían, al que se le ha ido la olla. Pero él, por supuesto, no va a la guerra a pegar tiros, y no solo por cuestión de edad, sino porque es un cobarde que ordena a su ejército bombardear y sembrar el pánico en Ucrania, destruyendo y matando a los ucranianos y ucranianas que con suma valentía y escasos recursos hacen frente al potente ejército ruso y su sofisticado y poderoso armamento, con el único y legal objetivo de defender la independencia de su país, de sus casas, de su pueblo en definitiva, al tiempo que reclaman ayuda a los países de la Comunidad Europea, que si bien inicialmente se pronunciaron y apoyaron la vía diplomática, la del siempre tan importante diálogo, para evitar la invasión rusa, no hubo forma de que el sanguinario Putin reculara en sus ansias invasoras que se han traducido en una guerra sin cuartel en Ucrania, matando a diario a personas inocentes que lo único que pretendían de la vida era seguirla viviendo en paz.
Los países de la Europa Comunitaria, junto con los Estados Unidos, tras una semana del inicio de la invasión rusa, lo único que han decidido es sancionar a la Rusia de Putin con medidas sancionadoras de carácter económico. Como si el tal Putin, con un patrimonio personal incalculable, tuviera problemas de liquidez. Poco parecen importarle los problemas que podrían acarrear a la economía de la ciudadanía rusa las sanciones anunciadas y que no sé si llegarán a hacerse efectivas en su totalidad. Putin tiene las espaldas bien guardadas, y asegurada su integridad física en la especie de bunker en el que vive, rodeado de toda una “guardia pretoriana” a cuyos miembros obligó a jurar defenderle con sus vidas. Y que nadie ose levantarle la voz en contra, porque el castigo podría ser la cárcel, como lo ha sido en los últimos días para los ciudadanos y ciudadanas de Rusia que se manifestaron en contra de la invasión de Ucrania. Son muchos los que ya están en prisión por alzar su voz contra las andanzas bélicas del presidente, al que le quedan dos años de mandato si es que no se inventa algo que le permita seguir gobernando Rusia, burlando la Constitución, que cifra un máximo de dos mandatos seguidos para un mismo presidente. Con la Constitución Rusa en la mano, el actual máximo mandatario cumplirá su segunda legislatura consecutiva como presidente en 2024. Y la Constitución le impide repetir.
Desconozco los oscuros intereses de Putin con la invasión de Ucrania, aunque no cabe descartar que su trastornada e intransferible cacerola le haya decidido recuperar la antigua Unión Soviética, invadiendo los países que la configuraron, empezando por Ucrania, que fue uno de los promotores de la Unión Soviética, y siguiendo con los restantes países que en su día se independizaron.
Claro que de confirmarse tal posibilidad, cabe suponer que los Estados Unidos y los países de la Comunidad Europea, tomarían un mayor partido contra Putin que las sanciones anunciadas contra Rusia que el anciano guerrero se pasa por el forro.
Lo que cabría esperar es que Putín recuperara la lucidez mental que se presume al presidente de una nación, que reflexionara concienzudamente y dejara de destrozar a Ucrania y sus gentes. Aunque no sé si es mucho pedir a un sicodélico cerebro como el de Putin.








