Entrevistas

Xavier Ferrer: “Si la carrera se celebrara de nuevo el mes que viene, volvería a participar”

Acaba de llegar de Mongolia, y ya piensa en una nueva carrera. Hablamos del manacorí Xavier Ferrer, un joven de 28 años que ya ha vuelto a su ciudad después de su participación en la Mongol Derby, la carrera de resistencia con caballos más dura e importante del mundo. Una experiencia que, como refleja la entrevista, ha sido tan gratificante que ya piensa en repetir.

  • Antes de nada, ¿qué tal la vuelta a Manacor, tras estas dos semanas en Mongolia?
  • Pues muy bien, la verdad. Estoy encantado con el recibimiento de todos: familia, amigos, medios de comunicación… La verdad es que no esperaba la sorpresa que me dieron en el Hipodrómo.
  • Vienes de participar en la Mongol Derby, posiblemente la carrera de resistencia ecuestre más importante del mundo. ¿Qué te animó a participar en una aventura tan dura?
  • Todo empezó con una sugerencia por parte de una compañera de trabajo de mi familia. Tras enterarme de qué iba la cosa enseguida tuve claro que quería participar. Me motivaba mucho, lo veía como un desafío personal, además de ese acicate que supone conocer una cultura y una geografía diferente.
  • ¿Cómo definirías estos diez días de competición?
  • En líneas generales fue menos duro de lo que pensaba. Hacía frío, pero no demasiado. Por las noches refrescaba un poco y había que abrigarse, por lo demás fue más llevadero de lo que imaginaba. Lo de estar sin Internet, en parte hasta se agradecía, para desconectar. De hecho, casi todos los participantes hicieron lo mismo, y tan solo hubo dos o tres personas que se compraron una tarjeta SIM para tener cobertura de vez en cuando. Cuando participas en una carrera de este tipo, estás en lo que estás, y cuantas menos distracciones tengas, mejor.
  • Aun así, eran más de 100 kilómetros al día, no tuvo que ser fácil…
  • No, desde luego que no… De hecho, hubo varios días que llegué a hacer hasta 150 kilómetros. Cada 40 kilómetros había una pequeña parada para los caballos, y en esa parada dejabas ese caballo para coger otro. Luego estaba el recorrido, que ha sido una de las cosas que más me ha gustado…
  • Tú dirás…
  • Lo mejor era la variedad del recorrido. Había montaña, pero también terreno llano. Además, y a diferencia de aquí, allí apenas había piedras, solo cuando llegas a la cima de alguna montaña encuentras algunas más. He disfrutado de la naturaleza, los animales… Me encontré sobre todo zorros y ardillas, pero también animales de granja como vacas, caballos, ovejas… Estábamos de siete de la mañana a siete de la tarde recorriendo aquellos parajes con los caballos, y en un solo día podías ver muchos paisajes diferentes, animales de varias especies…
  • ¿Cómo es la gente de Mongolia?
  • Los mongoles son el perfecto ejemplo de los habitantes en entornos rurales, gente de pocas palabras, sencilla, y muy acogedora. Hubo noches que dormí a la intemperie, solo o con otros compañeros, pero luego hubo otras noches en las que estas familias nos acogían, y ambas experiencias fueron igual de gratificantes.
  • Tú llegaste incluso un día antes a la meta, como cuarto clasificado, acompañando a los tres primeros. ¿Cómo les fue al resto de participantes?
  • De los 43 que éramos en total, casi 30 terminaron la carrera. Hubo otros que no terminaron porque habían sufrido fracturas, esguinces… Lesiones que no eran demasiado graves, pero que les impedían terminar la carrera con garantías. Aun así, hubo algunos participantes que terminaron la carrera aunque ya no compitieran, solo por el simple hecho de terminar lo que se empezó.
  • ¿Cómo definirías el ambiente entre los participantes de la Mongol Derby?
  • Muy bueno, la verdad, aunque competíamos entre nosotros, había un ambiente de cooperación muy bonito. Por ejemplo, los cuatro que íbamos por delante, muchas noches dormíamos juntos, y si alguno tenía poca comida le pedía a su compañero, mientras que otros ayudaban de otras maneras, con tiritas, o con cualquier otra cosa.
  • ¿Cuál dirías que era el perfil de los participantes?
  • Prácticamente todos teníamos entre 20 y 40 años. Además, había mucha igualdad de género, más o menos el mismo número de hombres que de mujeres. De hecho, en esta Mongol Derby ganó una mujer. Y en cuanto a nacionalidades, había más participantes de Estados Unidos, Inglaterra y Australia, pero también había de muchos otros países, como Suecia, Pakistán, Irlanda, Canadá, España…
  • ¿Te gustaría repetir en otra ocasión en la Mongol Derby?
  • Sí, por supuesto. Me iría el mes que viene otra vez, si hubiera competición. De hecho, la misma organización que realiza la Mongol Derby también lleva a cabo una carrera similar en la Patagonia, cada mes de febrero, y esa me gustaría que fuera mi segunda carrera de este tipo. Esta carrera se llama la Gaucho Derby, se celebra también en verano, aunque como te imaginarás, el frío en la Patagonia es mayor que en Mongolia. Como te decía, enseguida que pueda me gustaría disputar esta carrera, aunque para ello necesito financiación, ya que son carreras caras. Para la Mongol Derby tuve suerte de encontrar sponsors que me ayudaron bastante a realizar la carrera, y para la Gaucho Derby necesitaré la misma ayuda o más.
  • Hemos hablado de muchas cosas vinculadas a la Mongol Derby. No sé si quieres destacar algo más, alguna anécdota que consideres interesante…
  • Recuerdo, por ejemplo, la salida el primer día de carrera, los 43 caballos saliendo a la vez, fue… como de película. En cuanto al tema de la comida, en mi caso, estuve un par de días que apenas comía. Mi cuerpo no aceptaba ningún alimento, y más de una noche me obligaba a comer, aunque fuera poca cantidad, ya que sabía que si llevaba mucho tiempo sin comer en un escenario así, tarde o temprano terminaría la energía y no podría seguir. De hecho, en los diez días que duró la competición, perdí seis o siete kilos.
  • Cuando hablé con tu madre hace unos días, me dijo que aprendiste a montar a caballo incluso antes de empezar a andar. También me explicó lo de Naturacavall, el negocio que compartes con tu padre, aunque me gustaría que me lo explicaras de nuevo tú, para que así los lectores te conozcan mejor.
  • Los caballos siempre han formado parte de mi vida. A pesar de que estudié Ingeniería Agroambiental y Paisajismo, y trabajé un tiempo en algo vinculado a esa carrera, llegó un momento en el que tenía claro que quería trabajar con caballos, y que si no lo hacía ya, luego iba a ser más complicado. De esta manera, en marzo de 2019 monté con mi padre Naturacavall, una empresa con la que rescatamos caballos que van al matadero porque nadie los puede acoger, o porque son caballos que han terminado su vida deportiva. Nosotros los reentrenamos, y hacemos excursiones con ellos por toda la isla para poder financiar el proyecto.
  • ¿Tenéis pensado expandir el negocio de Naturacavall?
  • Lo estamos pensando, aunque en este negocio no puedes hacer muchos planes a largo plazo. De todas maneras, esta empresa no se creó para crecer indefinidamente y ganar cada vez más dinero, todo lo contrario. Tanto a mi padre como a mí lo que nos interesa es seguir ayudando a los caballos, disfrutar de nuestro trabajo y poder vivir de él en la medida de lo posible.
  • Sabemos de tu afición por los caballos, Xavi, pero ¿qué otros intereses tienes? ¿Cómo te definirías?
  • Creo que soy una persona normal, un poco aventurera, es verdad, pero bastante normal. Más allá de los caballos, me gusta mucho el deporte de aventura, ya sea en el mar o en la montaña: alpinismo, escalada, kayak… Y por supuesto, estar con mis amigos, ir a conciertos…

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