
EL ROBO SACRÍLEGO D’EN PARRAGÓ EN LA IGLESIA DE SA POBLA (y 3ª parte)
Captura, muerte y escarnio del bandolero en Manacor
Pasaban los días y todos los esfuerzos que realizaban las autoridades civiles para dar con el paradero de la banda de ladrones, resultaban estériles. Era de vital importancia saber quienes eran los prófugos para poder seguir sus rastros. La incógnita se despejó cuando un componente de la banda, con el fin de conseguir el indulto y la absolución de toda pena, dictada por el gobernador y que se había hecho pública a cada esquina por medio del pregonero, aceptó delatar a sus compañeros y su escondrijo.


Una vez que se supo que uno de los miembros más destacados de la cuadrilla era “Parragó”, se envió, desde Palma a Manacor, un regimiento de soldados de Infantería, conocido como el Regimiento de Soria o el Noveno para intentar la captura del peligroso bandolero. Las sospechas apuntaban a que Parragó pudiera tener su escondite en la casa de una amante que tenía en la calle d’en Metge de la barriada de Fartàritx, conocida hoy como calle de la Llum. De noche se desplegaron los soldados por los callejones oscuros del barrio y seguramente el ruido que hacían con sus registros que realizaban los militares hicieron levantar sospechas. Una crónica de Palma y diferentes canciones que se hicieron populares, describen como fue la caza y captura del peligroso bandolero.
A les onze del sereno
Va matar en Parregó
Un soldadet petitó
Del Regimiento el Noveno.
Verge de Son Salvado
Donaumós bony any de càrritx
A sa costa de Fartárix
Mataren en Parragó
En Parragó se pensava
Que no el porien matar
Un soldat li va tirar
Quan voltava cantonada.
“Día 13. En la villa de Manacor persiguiendo una comisión de la policía de Palma a Antonio Rosselló ‘Parragó’, natural de aquella villa, por sospechas de ser uno de los que robaron en la iglesia de la Puebla, huyendo este y haciendo armas contra la tropa que auxiliaba al celador, un soldado le pegó un tiro de fusil que le atravesó el cerebro y cayó muerto.


“De mañana, mientras se levantaba la niebla -dice Antoni Pasqual en su ponencia- se esparcía la noticia por todo Manacor que habían matado a Parragó. De Fartàritx, trasladaron su cadáver a la plaza de la villa y allí lo tuvieron tendido sobre un banco de piedra del voladizo, durante todo el día para que la gente tomara conciencia de como acaban los delincuentes”.
Así acabaron las tristes andanzas de “Parragó”. Un crucifijo que llevaba colgado del cuello sirvió para que le dieran cristiana sepultura, ya que las autoridades eclesiásticas eran reticentes a que así se hiciera. Sus compañeros de cuadrilla, si no acabaron igual que su cabecilla, fueron detenidos, según cuentan las crónicas:
Parragó si no dus creu
No et daven terra sagrada
Perque a les clares se veu
Qu’es teu cos fa flamarada.
“Día 17 de marzo. Han sido apresados varios cómplices en el robo de las alhajas del Santísimo de la Puebla, incluso un patrón extranjero que los transportó a Menorca”.
“Día 26. A las 4 de la tarde fue apresado en la villa de Binissalem Miguel Mas alias “Masset” de la villa de Alaró, capitán de la pandilla que robó las alhajas y el SSº de la Puebla. Fue perseguido desde el lugar de Santa Eugenia hasta los campos de Binissalem donde fue herido malamente en un muslo de un tiro de pistola del que cayó y fue conducido a la prisión de dicha villa”.
La crónica del día siguiente daba cuenta del fallecimiento de Miquel Mas, “de resultas de la herida de pistola que recibió en un muslo cuando le perseguían los voluntarios y los paisanos y ha sido enterrado en el cementerio de aquella villa…”.
Gracias a las declaraciones del ladrón que solicitó el indulto, pudo recuperarse el apreciado vericle que se encontraba escondido dentro del pozo próximo a sa Roca des Castellet del término de Manacor.
Sa Marjal apunta que el referido pozo, que se encontraba sobre un margen y tenía una pequeña capilla, fue tapado por el sen Melis a principios del siglo XX, porque pensando en el macabro episodio sentía miedo cuando pasaba cerca del mismo.
Parece ser, que después de que mossèn Parera visitara el lugar del pozo, hizo colocar una placa de piedra de Santanyí como recuerdo de los hechos, parecida a la que fue colocada en las casas de la finca de Son Sintes en sa Pobla.
Del botín del robo en la iglesia de sa Pobla, como queda dicho, pudo rescatarse el vericle de la custodia, la única pieza que los bandoleros no pudieron vender. La joya se hallaba muy deteriorada a causa de los golpes recibidos durante su traslado y por tal motivo tuvo que ser refundida y en su parte posterior figura inscrito el año 1828, mientras la pieza completa data del año 1626, fecha que figura en la base de la valiosa custodia que se guarda en la iglesia de sa Pobla.
En un documento que se encuentra en el Archivo Municipal de sa Pobla, queda constancia de la entrega, a las autoridades superiores, dos años después de los hechos, de los utensilios que le habían sido confiscados a “Parragó”. El documento dice textualmente:
“He recibido dos talegos, dos navajas, una bala de pistola, dos canutos de caña; cuyos efectos me ha remitido el Bayle Real de la villa de la Pobla por mano de Antonio Forteza vecino de dicha villa, y procedentes de la Causa formada contra Antonio Rosselló alias Parragó y otros. Palma 20 de febrero de 1824.
Perelló y Pou.- Firmado y rubricado”.








