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Mateu Ballester, presidente de Cruz Roja Manacor: “Por desgracia, entidades como la nuestra siguen siendo muy necesarias”
El entrevistado nos recibe puntualmente el lunes 30, a las diez de la mañana, en la sede de Cruz Roja Manacor. Después de enseñarnos las instalaciones, Mateu Ballester, presidente de la Cruz Roja en nuestro municipio, analiza al detalle la situación de la oenegé que preside, así como los principales retos a los que se enfrentan la propia Cruz Roja y sus usuarios.
- Mateu, antes de nada, te quería preguntar por estos días de frío extremo que hemos padecido, y saber si habéis tenido más trabajo de lo habitual en estos últimos días.
- Pues la verdad es que sí. Este último otoño ya ha sido complicado, pero desde que comenzó el invierno, las colas son aún más recurrentes y largas que hace unos meses. Hay que pensar que los motivos por los que viene aquí la gente son muchos. Pueden venir a por alimentos o ropa, pero también a pedir ayuda para tramitar cualquier tipo de ayuda. Desde el Salario Mínimo Interprofesional o la nueva paga de 200 euros para los más vulnerables, hasta otro tipo de ayudas más específicas, dirigidas a cubrir los gastos de la luz o el alquiler.
- Parecía que con el final de la pandemia, la economía se iba a estabilizar un poco, pero la guerra de Ucrania nos ha destrozado los planes a todos.
- Así es. De hecho, durante los primeros meses de 2022 pensábamos que la situación se tranquilizaba, pero después del pasado verano, las consecuencias de la guerra en Ucrania se empezaron a notar más. Los precios subían cada vez más, los salarios se hacían cada vez más insuficientes, y ese flujo de usuarios que fuimos perdiendo hace un año, lo hemos recuperado notablemente en estos últimos meses, por desgracia.
- ¿Cómo dirías que es el día a día de la Cruz Roja en Manacor?
- Pues abrimos todos los días excepto el domingo. De hecho, los martes, los jueves y los sábados estamos desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde, mientras que los lunes, los miércoles y los viernes estamos hasta las tres de la tarde. Por suerte, a pesar de que solo somos tres personas las que estamos aquí todos los días, para recibir alimentos, ropa, o para atender llamadas, la ayuda de los voluntarios es crucial para que todo esto salga adelante.
- ¿Cuántos voluntarios tenéis actualmente?
- Tenemos un total de 120 voluntarios, y más de la mitad de ellos, 70 concretamente, son voluntarios activos. Este tipo de voluntarios son los que están siempre dispuestos a ayudar de una forma más activa, a través de todo tipo de actividades. Desde ayudar a la gente a desplazarse para ir al hospital, o hacer la compra para nuestros usuarios.
- Antes me has hablado de la gente que trabaja habitualmente aquí. ¿Tenéis algún problema importante para desarrollar vuestra labor, ya sea por falta de medios o instalaciones?
- En lo que se refiere a las instalaciones, el único problema que tenemos es que no tenemos ningún almacén, ningún espacio en una planta baja. Esto nos ayudaría mucho para almacenar todo el material que vamos recibiendo, y no nos obligaría a subir unas escaleras con un peso tan grande. Asimismo, el hecho de estar en un primer piso sin ascensor también perjudica para todos aquellos que vienen en silla de ruedas o padecen alguna lesión que les impide subir escaleras. Por otro lado, respecto a la posible falta de personal, hay que decir que la gran labor del voluntariado suple bastante bien esa posible carencia de un mayor personal trabajando para nosotros.
- Es evidente que la Cruz Roja ayuda a la hora de cubrir las necesidades más básicas. Ahora bien, entiendo que también organizáis actividades distintas, sobre todo para los más pequeños…
- Por supuesto, tenemos hasta 13 niños que reciben refuerzo escolar, del mismo modo que también organizamos talleres conjuntos en el que participan padres e hijos, con el fin de que ambas partes reciban más formación y estén mejor informados. Hacemos talleres sobre medio ambiente, sobre alimentación, sobre como hacer una buena cesta de la compra… A lo largo de 2022 hemos hecho 25 talleres distintos y hemos entregado casi 200 juguetes en este último año, lo que da una idea de que nuestra labor va mucho más allá de cubrir las necesidades más básicas de los desfavorecidos.
- ¿De qué manera ha modificado la pandemia vuestro trabajo?
- Lo ha hecho de varias formas, aunque principalmente a través de nuestra organización. Durante la pandemia, el flujo que podíamos llegar a atender era muy grande, por lo que nos vimos obligados a reorganizar nuestros horarios para así salir todos beneficiados.


- ¿Cuál es el perfil de los usuarios que atendéis?
- Es muy variado, más variado que antes de que llegara la pandemia. Tras la pandemia y la guerra en Ucrania, ya no solo vienen los colectivos vulnerables más recurrentes. También vienen trabajadores que hasta hace poco, nunca habían recurrido a oenegés, pero que a consecuencia de la inflación derivada de la guerra, se han convertido en trabajadores pobres, y eso les ha obligado a tirar de nuestra ayuda.
- ¿Está prevista alguna campaña o actividad de Cruz Roja Manacor para las próximas semanas o meses?
- Sí, ahora estamos con una campaña que se ha iniciado en este 2023, llamada «Cruz Roja Reacciona», que busca anticiparse a futuras crisis dando una respuesta transversal a todos los problemas derivados de una crisis económica. Para realizarla, Cruz Roja Manacor ha recibido 25.000 euros, y hemos confeccionado pequeñas tarjetas monedero para nuestros usuarios, con el fin de que puedan comprar por su cuenta, cubriendo así sus necesidades más básicas de cara a toda la semana o todo el mes.
- ¿Y habéis diseñado también alguna campaña para vuestros socios?
- Pues sí, de aquí al 31 de marzo hemos apostado por un sistema para incrementar nuestros socios, que pasa por una cuota de 100 euros al año, en la que Hacienda, al año siguiente, al hacer la declaración de la renta, le devolverá el 80% del importe, y en las ocasiones posteriores, el 40%. Aparte de esto, recientemente hemos recibido parte de la obra del pintor Salvador Carbonell, afincado en Porto Cristo desde hace muchos años, por lo que sortearemos diversas obras con los nuevos socios y con los socios antiguos que hayan incrementado su cuota, con el fin de llegar menos apurados a final de año.
- No hay duda de que los últimos tres años han sido difíciles para entidades como la vuestra. ¿Has sacado alguna lección de estos años tan complicados?
- (Piensa unos segundos). Que por desgracia, entidades como la nuestra siguen siendo muy necesarias. Ni las crisis económicas se acaban, ni la Administración Pública puede ayudar a todos al mismo tiempo con la eficacia que querría, de ahí que nuestra ayuda sea imprescindible.






