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«El albergue tiene una lista de espera de 39 personas, algunas de ellas en situación de emergencia»
Después de muchos años complicados para la Fundació Trobada, este 2024 ha sido muy distinto para la entidad manacorina. La adjudicación proveniente del Consell, que llegó el otoño pasado, dio más y mejores servicios a una entidad que se había acostumbrado a sobrevivir en su día a día. Sobre este último año de la Fundació Trobada y de sus problemáticas hablamos con Noelia Hernández, directora de la organización manacorina.
- Cuando nos vimos por última vez, la Fundació Trobada acababa de recibir del Consell la adjudicación como servicio de albergue. Esto dio lugar a que la Fundació Trobada tuviese una trabajadora social, algo que antes no existía. ¿De qué manera se ha notado la llegada de esta trabajadora social?
- Yo diría que se ha notado sobre todo a la hora de dar una mayor calidad a nuestro servicio, al mismo tiempo que el ambiente laboral también se ha visto mejorado. Todos estamos más a gusto. Antes de que llegara esta adjudicación, todos hacíamos de todo porque no dábamos abasto. Por suerte, eso ahora ha cambiado.
- Con esta adjudicación también pasasteis de cero a cinco monitores. Un cambio importante que también se estará notando…
- Pues sí. Antes cubríamos muchísimas horas de guardia con muy poco personal, había turnos que no podíamos cubrir y nos quedábamos con un teléfono de guardia por si había una emergencia. Es decir, estábamos en una situación de pura supervivencia como servicio. Ahora ofrecemos atención de calidad todos los días del año, sin distinguir entre festivos o fines de semana, con lo cual, la mejora del servicio es evidente a todos los niveles.
- ¿El hecho de que ahora tengáis un servicio profesionalizado hace que seáis menos dependientes del trabajo de los voluntarios?
- Más que del voluntario en si, dependíamos mucho de la figura del usuario-voluntario. Era un perfil de usuario de larga estancia, que tenía un comportamiento ejemplar en el centro, se mostraba servicial, colaborador, etc. Cuando hay una persona así en el centro, te ayuda muchísimo. Sin ellas no hubiéramos podido llevar a cabo el servicio 24 horas. Estas personas, durante todos estos años, han sido nuestros ojos y nuestras manos, y un ejemplo de sensibilidad y colaboración. De hecho, si me lo permites, quisiera nombrar a algunos de ellos para agradecer el trabajo desinteresado que han hecho durante años: Diego, Misa, Héctor, Paloma, Rafel…, algunos de ellos ahora son trabajadores contratados de nuestra plantilla. Aprovecho hoy aquí para mostrar mi profundo agradecimiento a tantos años de dedicación. Y para acabar de responder a tu pregunta, no es que no dependamos del voluntario, es que gracias al nuevo contrato, hemos podido contratar a muchos de esos voluntarios, lo que en parte explica la mejora de nuestro servicio a lo largo de este último año.
- ¿Cuántos usuarios y qué lista de espera tenéis ahora?
- Seguimos teniendo 25 plazas, 19 de hombre y 6 de mujer. Todas ellas ocupadas. En cuanto a la lista de espera, es algo flexible, ya que va variando de un mes a otro. Ahora mismo hay 39 personas en lista de espera, y algunas de ellas en una situación de emergencia importante.
- El perfil de los usuarios de la Fundació Trobada siempre está en constante transformación. ¿De qué manera ha evolucionado a lo largo de este último año?
- El perfil del usuario es tan complejo como de costumbre. Lo que se ha ido transformando a lo largo de estos últimos años y que tras la pandemia ha empeorado es la cronificación de la situación de indigencia de muchas personas. Muchas de las personas que tenían un perfil vulnerable, ahora son claramente parte del sector de personas en grave exclusión social. Y las que ya están en una situación de exclusión, es muy difícil poder avanzar en su proceso porque nos encontramos con un grave problema de vivienda y de recursos tanto sociosanitarios como de salud mental que sean específicos para personas sin recursos. Y ya no hablemos de la Part Forana, porque claramente, los servicios específicos que existen están todos en Palma. Nosotros somos el único servicio descentralizado, y por ello, tenemos un popurrí de perfiles. Y cuando hay una plaza en un servicio específico en Palma, la mayoría de veces las personas usuarias de nuestro centro la rechazan para no ser desarraigadas de lo poco que tienen en su zona habitual.
- La última vez que hablamos ya comentamos la creciente práctica del sinhogarismo en Manacor. ¿Esta práctica ha ido a más en el último año?
- Desde hace un tiempo, las plazas del albergue están siempre ocupadas. Hace años que no disponemos de plazas libres y que se dé el caso de que alguien que solicita plaza pueda entrar inmediatamente. Desde hace tiempo la lista de espera también es muy amplia, pero resulta difícil afirmar que han aumentado los casos de personas sin hogar en los últimos meses. Lo que sí puedo asegurar es que las personas que ocupan nuestras plazas y las de la lista de espera son personas con problemáticas cada vez más complejas, y casos cada vez más cronificados. Cuanto más cronificada está una persona en situación de indigencia, más difícil se hace poder ayudarla. Si a eso le añadimos que hay una problemática de salud mental, violencia de género, consumo de tóxicos, familia de origen desestructurada, desempleo, etc…, agravantes que a veces se dan todos simultáneamente, nos encontramos ante una dificultad aún mayor. Sin embargo, no podemos obviar que la solución no pasa por ampliar plazas y recursos, que obviamente lo necesitamos, sino que es necesario hacer una mirada macro del sistema. Hasta que no seamos capaces de ver que el problema es mucho más grave, que se da a nivel sistémico, no vamos a avanzar en la solución real para la problemática de la exclusión social.
- ¿Se ha intentado acercar posturas con el Ajuntament de Manacor a la hora de dar soluciones al sinhogarismo?
- Sí, pero solo en casos muy concretos, y en muy pocas ocasiones. Por eso, a causa de esta inacción, propusimos la posibilidad de firmar un convenio para que esas dos plazas fueran del ayuntamiento, y así, los usuarios que accedieran a Servicios Sociales pudieran ser derivados según el criterio de las técnicas funcionarias. A esa propuesta nunca hubo respuesta. Pero es que además, seguimos a la espera de cobrar la subvención del año 2023… Como entidad, sólo te puedo decir que jamás nos hemos sentido apoyadas por el Ajuntament de Manacor, ni por este gobierno, ni por otro. Hacen uso de nuestro servicio, pero la ayuda que nos brindan es poca o nula.
- Ya que hablamos del Ajuntament de Manacor, ¿existe alguna posible solución respecto a la posibilidad de crear otra habitación para la Fundació Trobada?
- Este tema quedó en el tintero. El Plan General no contempla la posibilidad de que podamos ampliar plazas, y tampoco hemos visto ningún interés a las diferentes propuestas e intentos que hemos hecho para solucionar este tema.
– Cambiando de tercio, ¿tenéis previstas nuevas colaboraciones con entidades como Aproscom o Eixam? - Nuestra intención es siempre seguir con estas colaboraciones. De momento seguimos con Aproscom, y espero que así sea durante mucho tiempo. Eixam el año pasado nos ayudó mucho y esperamos seguir en contacto para seguir colaborando. Este año ya hemos empezado a colaborar con la Fundación Intercoopera en un proyecto de interculturalidad, tanto profesionales como usuarios. Pronto sabréis más cosas. Nos hace mucha ilusión este nuevo proyecto. Y no nos olvidemos de toda la gente que colabora individualmente, que son personas anónimas pero que con su aportación de comida, ropa, mantas, colchones… nos hacen la vida un poquito más fácil.








