
Aplausos, silbidos, así como gritos de «vergonya! vergonya!» en el último pleno manacorí
Antoni Sureda P.
Un buen número de funcionarios y sindicalistas, la mayoría de ellos Policías Municipales, copaban los asientos destinados al público en la Sala, prácticamente todos ellos a la espera de que se debatiera el punto 3º del Orden del Día, cuyo anunciado era el siguiente: “3. PRP 2019/29 Proposta d’adequació retributiva dels llocs 546 i 548 del Teatre 2019 -815”.


En principio ya extrañó que dicha propuesta fuera presentada y defendida por la teniente de Alcaldesa delegada de Cultura y Turismo Antònia Llodrà, y no por la titular de Economía y Recursos Humanos Maria Antònia Sansó. Para buenos entendedores, ya que no pretendemos que nuestros lectores y lectoras tengan que ser forzosamente técnicos en la materia, se trata de una subida de sueldo para los números en cuestión y que ha sido acordada fuera de la mesa negociadora, en donde hubieran intervenido funcionarios representantes sindicales, para un aumento de retribuciones debido al trabajo en horario nocturno y en días festivos de los trabajadores inscritos en Cultura y dedicados al funcionamiento del Teatre Municipal y del Auditori.


Independientemente de que se suponía que dichos funcionarios adecuaban su horario de trabajo a las exigencias del puesto, últimamente resulta que han reclamado sí o sí un aumento de sueldo por sus horarios de trabajo en sábados, domingos y días festivos. Dicho aumento de retribuciones, que por nuestra parte no ponemos en duda que pueden ser justas, resulta que están vetadas por una Ley de aquel Gobierno de España presidido por Mariano Rajoy, del que surgió una ley restrictiva que a nivel popular fue y es conocida por el apellido de su entonces Ministro de Hacienda Nicolás Montoro.


En la actualidad, incomprensiblemente, pese a los actuales superávits de las cuentas municipales, la citada “Ley Montoro” sigue vigente con el gobierno del socialista Pedro Sánchez y su Ministra de Hacienda María Jesús Montero.


Como es fácil deducir, la medida puntual de hacer una excepción solo con el personal del Teatre Municipal, negociando una subida de retribuciones fuera de la mesa de negociaciones, no ha sentado nada bien a otros grupos de funcionarios, como los inscritos en el Patronat d’Esports o en la Policía Municipal, que también trabajan sábados, domingos y días festivos y ven año tras año retrasada su demanda de un reconocimiento específico por dicho trabajo.
Por nuestra parte desconocemos si en un momento determinado alguien se tiró un farol, o simplemente cantó la verdad de Perorgullo al asegurar que se había hasta consultado con la delegada del Gobierno, que si…


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