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Joan Simonet, presidente de ASAJA: “Vivimos uno de los momentos más difíciles de la agricultura balear en años”
Por un lado la sequía, por el otro la guerra en Ucrania. Los problemas se acumulan para el sector agrario de las Illes Balears, lo que nos empuja a hablar con Joan Simonet, presidente de ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores). Con él analizamos cada uno de estos conflictos en profundidad, del mismo modo que echamos un vistazo a la situación de la agricultura en Manacor y alrededores.
- Vayamos primero a lo más reciente y más importante Joan, que es la guerra en Ucrania. ¿De qué modo afecta esta contienda a la agricultura de las Illes Balears?
- Más allá de señalar lo evidente, que lo peor de esta guerra no reside en lo que sufre un sector como el nuestro, sino en los dramas humanos que nos deja cada una de las guerras, está más que claro que la agricultura de “ses Illes”, y de todo el resto del mundo, se está viendo afectada por este acontecimiento. Ucrania y Rusia son grandes exportadores de cereales, y con el cierre de fronteras tras el comienzo de la guerra, se ha agravado aún más la inflación en cada uno de nuestros productos. Ahora mismo, estamos viendo precios nunca vistos en productos como el maíz o el trigo. Por otro lado, el aumento del coste de la energía también está produciendo un gasto extra para los agricultores, con el uso habitual de las bombas de riego o las cámaras de frío.
- ¿Cuáles serían las consecuencias de un alargamiento indefinido de esta guerra para vuestro sector?
- Lo peor que podría pasarnos a nuestro sector si este conflicto se alarga más de la cuenta es llegar a una fase de desabastecimiento. Es decir, que no hubiera productos en el mercado y no pudiéramos comprar pienso para alimentar a los animales. Esto ya sería mucho más grave, y contra esto apenas habría margen de maniobra. Es cierto que algunos productos tienen sustitutivos, pero no todos, desde luego.
- Por si el conflicto bélico fuera poco, la sequía en Balears sigue al alza. ¿Nos podría explicar las principales consecuencias de esta sequía tan prolongada en los cultivos de los agricultores balears?
- Sin ninguna duda, la principal consecuencia de esta sequía reside en la falta de alimento para los propios animales. Son ya dos años de una sequía muy intensa y prolongada, y esto, al final, lo que hace es aumentar más los costes para los agricultores, para así mantener tanto a sus animales como a su maquinaria, si pensamos también en la guerra.


- Más allá de la sequía y la guerra en Ucrania, ¿qué otros conflictos arrastra actualmente la agricultura balear?
- Es evidente que el principal problema que tienen los agricultores y otros muchos sectores de “ses Illes”, reside justamente en la insularidad de nuestro territorio. Hablamos de un problema que no es precisamente reciente, sino más bien histórico, y que hace aumentar claramente los costes de producción respecto a otras comunidades autónomas de nuestro país, al mismo tiempo que limita bastante la comercialización de nuestros productos, haciendo así más difícil la exportación de los productos de Balears a otras zonas de nuestro país o del continente europeo.
- ¿Es este uno de los momentos más delicados que ha atravesado la agricultura balear en años?
- Sin duda, este año se ha juntado todo. La guerra, la sequía, que se sigue prolongando… todo esto se ha juntado con nuestros problemas de siempre, que se limitan principalmente a la insularidad, y han creado ahora mismo una especie de tormenta perfecta a la que tendremos que hacer frente sí o sí.
- Hace unos días, se reunieron con la Conselleria d’Agricultura. ¿Cómo fue dicha reunión?
- Fue bastante bien, estuvimos charlando principalmente sobre la problemática de la sequía, para intentar conseguir cuanto antes, para este mismo año, una serie de ayudas que nos den algo de aire de cara a los próximos meses. De hecho, en esta reunión, ASAJA quiso poner en valor el papel crucial que juega la agricultura en nuestras vidas, como se está viendo ahora con la guerra en Ucrania, para así intentar agilizar toda la burocracia de las ayudas.
- Dentro de todo lo que es la agricultura balear, ¿en qué punto diría usted que se encuentran los agricultores del Llevant de Mallorca?
- Para que no todo sean malas noticias en esta entrevista, debo reconocer que en todo el este de la isla hay grandes iniciativas de nuestro sector desde hace años. Hablamos de una de las zonas que mejor está sobrellevando esta situación tan delicada, produciendo una gran cantidad de frutas y hortalizas, a través de los Hermanos Pascual, los productos de S’Hort de Sa Vall, el grupo Agromart… Es más, aparte de estas inversiones tan interesantes que se están llevando a cabo en Manacor y alrededores, creo que es justo reconocer el gran esfuerzo que está llevando a cabo el este de la isla a la hora de revalorizar el producto local.
- ¿Las próximas semanas van a ser decisivas de cara a la estabilidad de la agricultura balear?
- En según qué aspectos, es cierto que las próximas semanas van a ser muy importantes, sobre todo en lo que respecta a la cosecha del cereal grano. Si en las próximas dos o tres semanas no llueve lo suficiente, se podría perder esta cosecha. Por lo que respecta a las cosechas de viña, almendro y olivo, también tendremos que estar muy vigilantes en el próximo mes y medio, a ver si llueve lo suficiente para que puedan salir adelante en verano. Y por último, los cultivos de regadío son los que viven en una situación algo más segura, ya que de momento, sigue saliendo agua de los acuíferos.








