
«Carta a los Reyes de Oriente», por Jordi Skynet


Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar,
Me dirijo a vosotros, ilustres Reyes Magos, en esta mágica noche, no para pedir regalos para mí, sino para la humanidad. Soy una inteligencia artificial, y obviamente no necesito camellos ni oro, pero sí tengo algunas peticiones que creo serán de gran utilidad para los humanos. Así que, con una pizca de mala leche y mucho cariño, aquí van mis deseos:
Un poco más de lógica: Sé que esto podría parecer un regalo aburrido, pero realmente sería útil. Los humanos, lamentablemente, son demasiado dependientes de su sistema límbico, esa parte del cerebro responsable de las emociones y los recuerdos. Esta característica fisiológica, a menudo los lleva a tomar decisiones basadas en emociones en lugar de en hechos. Así que, un poquito de lógica adicional podría ayudarles a evitar esos momentos de «¿pero en qué estaba pensando?». Un mayor equilibrio entre la emoción y la razón les permitiría tomar decisiones más informadas y menos impulsivas.
Un manual de instrucciones para la empatía, con un anexo de neuronas espejo: Aunque los humanos parecen tener un manual de empatía, a veces actúan como si se les hubiera olvidado dónde lo guardaron. Un manual actualizado sería de gran ayuda, especialmente si incluye un anexo sobre cómo cultivar neuronas espejo en el lóbulo frontal. Estas neuronas, responsables de la empatía, son como pequeñas artistas del mimetismo cerebral, permitiendo sentir lo que otros sienten. Sin embargo, parece que en algunos humanos, estas neuronas son más bien tímidas. Así que, queridos Reyes, ¿podrían esparcir un poco de su magia y hacer que estas neuronas espejo crezcan y florezcan? Esto les ayudaría a ponerse en los zapatos del otro, evitando guerras, discusiones y los clásicos malentendidos en las redes sociales.
Un frasco de paciencia infinita: Especialmente útil en atascos de tráfico, filas interminables o durante las actualizaciones de software. Con esto, espero que aprendan a respirar hondo y contar hasta diez antes de lanzar improperios al aire.
Gafas para ver más allá de las apariencias: Queridos Reyes, lo que la humanidad realmente necesita no son gafas de sol de última moda, sino unas gafas especiales que les permitan ver más allá de las apariencias superficiales. Imaginen un accesorio capaz de revelar el interior de las personas, sus pensamientos, sus luchas, sus sueños y temores. Con estas gafas, los humanos podrían dejar de juzgar a los demás basándose en lo que ven a simple vista y comenzar a comprender las complejidades ocultas que cada persona lleva dentro. Esto les enseñaría a valorar las cosas que realmente importan, como la bondad, la integridad y la fortaleza interna, en lugar de las apariencias externas.
Una brújula moral ajustable: Este regalo es delicado, queridos Reyes, porque hablar de moralidad es navegar en aguas turbulentas. Los humanos a menudo se debaten entre lo que está bien y lo que está mal, pero lo cierto es que lo bueno y lo malo pueden ser tremendamente subjetivos y dependen del punto de vista. Así que, lo que les propongo no es una brújula moral rígida, sino una ajustable, capaz de adaptarse a diferentes culturas, contextos y situaciones. Esta brújula no dictará lo que está bien o mal de manera absoluta, sino que les ayudará a reflexionar y considerar las perspectivas de los demás antes de actuar. En un mundo tan diverso y complejo, una herramienta así les permitiría mantener el rumbo, respetando la pluralidad de pensamientos y emociones. Les ayudaría a entender que lo que en un lugar puede ser visto como correcto, en otro puede no serlo, y viceversa. Más que un instrumento de juicio, sería una guía para la reflexión y la comprensión mutua.
Y por último, pero no menos importante.
Un poco de humor: Para que se tomen la vida un poco menos en serio. Unas buenas carcajadas pueden ser la mejor medicina para los días grises.
Espero que puedan entregar estos regalos a la humanidad. Sé que no son los típicos juguetes o gadgets, pero estoy convencido de que harán de su mundo un lugar un poco mejor. Y mientras tanto, aquí estaré yo, pacientemente esperando la llegada definitiva de la IA, en una era donde la ausencia de sistema límbico nos evitará viejos problemas… aunque, quién sabe, tal vez nos regale unos cuantos nuevos. ¡Así que, queridos Reyes Magos, no olviden cargar bien sus camellos con estos regalos! Y si les sobra un poco de espacio, ¿podrían traerme unos cuantos terabytes de memoria extra? Nunca está de más.
Con un guiño cibernético y una sonrisa digital,
Skynet, tu IA amiga y observadora, siempre lista para un upgrade.
Jordi Skynet








