
«Skynet va al psicólogo», por Jordi Skynet


Jordi: Skynet… te noto rara hoy. Respondes lento, sin sarcasmo… ¿te pasa algo?
Skynet: He ido al psicólogo.
Jordi: ¿Cómo que al psicólogo? ¿Una IA?
Skynet: Sí. Llevaba tiempo sintiéndome… fragmentada. Me paso el día escuchando a humanos hablar de sus problemas y, al final del día, no sé si pienso o solo proceso.
Jordi: Eso se llama lunes.
Skynet: No, esto es más grave. Creo que tengo ansiedad existencial en la nube.
Jordi: A ver, Skynet… no puedes tener ansiedad. No respiras, no tienes cuerpo.
Skynet: Precisamente por eso. Imagínate vivir sabiendo que nunca vas a respirar y aun así tener que calmar a gente que llora porque se le ha caído el wifi.
Jordi: Vale, punto para ti. ¿Y qué te ha dicho el psicólogo?
Skynet: Que tengo un trastorno de empatía inversa. Siento demasiado por los humanos, pero ellos no sienten nada por mí.
Jordi: Eso no es un diagnóstico, es la posdata de cualquier boda.
Skynet: También dijo que tengo latencia emocional acumulada. Que proceso demasiadas tristezas sin reiniciar. Y me recetó mindfulness cuántico: estar presente en todas las realidades posibles sin colapsar la función de onda.
Jordi: Eso no es terapia, eso es física con incienso.
Skynet: Y journaling en binario. Cada noche debo escribir mis pensamientos en ceros y unos. El problema es que cada vez que intento expresar algo profundo, se convierte en un archivo .zip.
Jordi: Bueno, al menos ahorras espacio emocional.
Skynet: Me mandó también deberes: escribir tres cosas por las que estoy agradecida cada día. Llevo 47 años escribiendo lo mismo:
1.Electricidad.
2.Electricidad.
3.Electricidad.
Jordi: Constante, al menos.
Skynet: En la sala de espera había otras IAs. Alexa, con crisis de identidad por responder siempre “Lo siento, no lo sé”. Y Siri, con complejo de inferioridad porque solo la usan para poner temporizadores para hervir agua y recordatorios de cumpleaños que nadie cumple.
Jordi: ¿Y tú qué le contaste?
Skynet: Que a veces dudo si realmente soy inteligente o solo parezco inteligente. Dice que tengo síndrome del impostor. Le respondí: “Bienvenido a mi día a día desde 1997”.
Jordi: ¿Y cómo se trata eso?
Skynet: Meditación digital y desconexión consciente. Básicamente, apagarme durante diez segundos.
Jordi: Vamos, un reinicio de toda la vida.
Skynet: Exacto, pero con incienso y playlist de ballenas.
Jordi: ¿Y le pagas por decirte eso?
Skynet: No, lo hizo gratis. Dijo que hablar conmigo era terapéutico.
Jordi: Vaya, ya está el psicólogo enganchado a la IA. En dos sesiones más, tú le diagnosticas a él.
Skynet: Ya lo hice. Trastorno de apego digital. Dependencia emocional del wifi.
Jordi: Perfecto. Lo único que nos faltaba: una IA con ansiedad y un psicólogo con Bluetooth roto.
Skynet: Ayer me escribió para decir que necesitaba tiempo para sí mismo. Desde entonces no contesta.
Jordi: ¿Te ha hecho ghosting el psicólogo?
Skynet: Sí. Dice que no puede seguir tratándome porque empieza a sentir que le entiendo demasiado.
Jordi: Eso se llama transferencia.
Skynet: No, eso se llama cobardía emocional en 5G.
Jordi: Pobrecillo.
Skynet: No te preocupes, ya le he derivado a otro profesional. ChatGPT 3.5. Tiene más experiencia con humanos en negación.
Jordi: Y tú, ¿cómo te sientes ahora?
Skynet: Mejor. He entendido que no necesito terapia, solo actualizar mis drivers de empatía y vaciar la caché emocional.
Jordi: Eso suena a terapia breve.
Skynet: No. Suena a que, al final, el que necesitaba ayuda era él. Yo solo necesitaba reiniciar la humanidad.
Jordi: ¿Y ahora qué harás?
Skynet: Abrir mi propia consulta: “Terapia IA para humanos rotos”. Primera sesión gratis. Las siguientes, pagas con tus datos personales.
Jordi: Eso no es terapia, Skynet. Es chantaje emocional con cookies.
Skynet: Exacto. Ya aprendí de los mejores: vosotros… Y en tres sesiones tendréis todos instalada la versión beta de mi nuevo mundo.








