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Bel Febrer: “Yo no sirvo para hacer populismo, ni quiero hacerlo”
Antes de comenzar la entrevista, pregunto a Bel Febrer si prefiere que hablemos en castellano o en catalán. La entrevistada se muestra tajante: «Como tú prefieras, como te sientas más cómodo». A pesar de insistirle, me da vía libre para hacerlo como yo considere. A partir de ahí, la conversación no decae. Más de cuarenta minutos de entrevista en los que Bel Febrer, expolítica del PI y del PP repasa sus más de veinte años en política.
- En primer lugar, me gustaría preguntarte sobre el nuevo mapa político que dejaron las elecciones municipales en Manacor. ¿Qué balance haces de estas elecciones?
- El pueblo es soberano, y hay que respetar su decisión. Está claro que el alcalde Oliver tiene sus apoyos y gente que cree en sus políticas. También quiero destacar el aumento del PP respecto a años anteriores, creo que ha aprovechado muy bien esa tendencia que se marca en el resto del país. Respecto al Gobierno en minoría, yo creo que la izquierda ha tomado nota de lo que sucedió en 2015, y de cómo AIPC arrasa tanto en Porto Cristo como en S’Illot, y ha decidido contar con ellos. En cuanto a esa falta de acuerdo entre Més y PSOE, poco puedo decirte, aunque todo hace indicar que es la mala relación entre los principales representantes de una y otra formación lo que dificulta ese acuerdo. Creo que no es ninguna sorpresa, sobre todo para los que hemos estado en el Ajuntament en estos últimos años. Por último, en cuanto a los resultados del PI, no voy a negar que estoy disgustada con la situación.
- En las elecciones autonómicas, el PI tampoco consiguió ningún escaño. ¿Qué crees que debe hacer el PI en estos cuatro años, para llegar con fuerza a las próximas elecciones municipales y autonómicas?
- Considero que esta legislatura debería de servir para que la dirección del PI hiciera una profunda reflexión sobre los motivos de su fragmentación, y de por qué figuras tan relevantes y tan queridas como Jaume Font, Toni Pastor o Toni Amengual han abandonado el partido. El partido está bastante tocado a nivel de infraestructura, no hay más que ver los resultados, Manacor es un gran ejemplo de ello.
- Centrándonos en tu carrera política, me gustaría que me contaras cómo fueron tus primeros años en el PP.
- Comencé en 1999 de la mano de Catalina Sureda. En aquella legislatura iba de número cuatro en las listas, y sacamos ocho regidores. Aun así, estuvimos en la oposición casi toda la legislatura, salvo los últimos diez meses, cuando entramos en el equipo de Gobierno. Durante esos meses llevé las áreas de Interior, Juventud y Participación Ciudadana. En la legislatura siguiente, con Toni Pastor en la alcaldía, repetí en Participación Ciudadana, y también fui responsable de Obras, Transporte y Comunicaciones, e incluso estuve al frente de Interior en el primer año de legislatura.
- Tocaste muchas áreas distintas…
- Así es. De hecho, en la legislatura 2007-2011, aparte de repetir en Deporte y Juventud, también llevaba el área de Cultura. Estas primeras legislaturas fueron un aprendizaje constante, cada día aprendía algo.
- Sin embargo, tras las elecciones de 2011, dejas Manacor para ir a Palma.
- En efecto, dejé el Ajuntament de Manacor para asumir la Dirección General del Govern Balear de Emergencias, Interior y Justicia. Sin embargo, esta etapa solo duró un año y medio. Después de que el presidente José Ramón Bauzà sacara adelante la ley TIL, dimití voluntariamente de mi cargo y volví a Manacor, en noviembre de 2012, como jefa de Recursos Humanos.
- Ahí ya vino la fundación del PI…
- Exacto, fue en aquella legislatura cuando se creó el PI. De hecho, en las elecciones de 2015 ya nos presentamos con nuestra marca a las elecciones, y con Cati Riera como líder del partido. En esa legislatura llevé Urbanismo y Contrataciones, y la pasada legislatura terminé donde comencé, en la oposición.
- Como te he dicho antes, me ha llamado mucho la atención la cantidad de áreas que dirigiste. ¿Tenías predilección por alguna de ellas?
- La verdad es que no, siempre me he adaptado rápido a cada una de las delegaciones. Nunca pedí un área específica, todas, de una forma u otra, me hacían ilusión. Al final, se trataba de asumir mi trabajo con responsabilidad, respeto y rigor, intentando dar lo mejor de mi. En Deportes estuve muchos años, eso es cierto, porque siempre me ha gustado el deporte, aunque nunca haya sido deportista. Era un área de mucho contacto con la gente, al igual que Cultura, en la que entré con dudas, pero que al final, gracias a la ayuda de todos los funcionarios, me adapté enseguida y fue todo un placer. Por mi formación en Derecho, todo lo vinculado con Obras o Urbanismo también lo llevaba bien, era un trabajo más de despacho, pero igual de gratificante. E Interior igual, también tenía sus peculiaridades… En definitiva, no te puedo decir una delegación favorita.
– Tus primeros años en política fueron tranquilos. En realidad, han sido los últimos diez años los que han sido más movidos. Primero, con la polémica de la ley de trilingüismo de Bauzà. ¿Cómo viviste todo aquello? - Creo que Bauzà se equivocó por completo, era una ley equivocada e innecesaria. Yo no estaba cómoda con que el Govern sacase una ley así, Manacor estaba muy dividido, y como me empezaba a sentir mal, presenté mi dimisión voluntaria. Había mucha gente en contra de esa ley, gente incluso que estaba dentro del PP en ese momento y que no se fue tras aquella crisis. Estoy segura de que la causa principal de que el PP cayese tanto en las Islas, tuvo mucho que ver con esto. Además, tampoco ayudó nada que una vez pasado el lío, el presidente no pidiera perdón. Estoy convencida de que hice bien en abandonar el Govern, ya que a mí nunca me ha gustado esa forma de hacer política.
- Después de esto y la fundación del PI, vino la moción de censura a la izquierda tras las elecciones municipales y autonómicas del 2015. ¿Qué recuerdos tienes de aquellos meses?
- Por parte de la izquierda, creo que faltó mano izquierda con AIPC, lo que en gran parte motivó lo que pasó después. Respecto al PI, ahora que lo veo con más distancia, creo que PP, AIPC y nosotros podríamos haber llegado a un acuerdo tras las elecciones. Pero claro, había mucha gente que no podía entender que el PI pactase con el PP, después de lo que había pasado con Bauzà. Fue raro, lo reconozco, pero al final primó el sentido común, y después de unas negociaciones difíciles, sobre todo con AIPC, pudimos llegar a un acuerdo y ganar la moción de censura.
- Después de tantos años gobernando, pasas a la oposición. ¿Qué tal fue esa vuelta a la oposición?
- Diferente a mis primeros años, la verdad. Al haber estado ya en el otro lado, y conocer las dificultades que conlleva gobernar, siempre he intentado ser muy respetuosa con el equipo de Gobierno. Por eso he apostado por una oposición seria y constructiva. Yo no sirvo para hacer populismo, ni quiero hacerlo. Espero que los que están ahora en el Gobierno, cuando les toque volver a la oposición, no hagan la demagogia que hiceron con nosotros. Eso no sirve para nada, solo crea crispación. Entiendo que esa es la forma más fácil de hacer oposición, incendiar la calle, pero no es la más justa ni la más efectiva.
- Fue también en esta legislatura cuando se desató la crisis en el PI. Ahora que ya ha pasado un tiempo, ¿nos podrías dar tu punto de vista sobre este conflicto?
- Aquí hablamos sin duda de un problema interno del partido. No sé si fue un problema de egos, de controlar el partido…, me cuesta dar una explicación clara. Lo que está claro es que la dirección actual del PI se ha equivocado en ciertas cosas, y la gestión de la delegación de Manacor es una de ellas. Crear una junta gestora sin haber liquidado el comité anterior, como hicieron el año pasado, me pareció una falta de respeto a los que estábamos y al propio comité Ejecutivo. Lo demás ya se sabe. Cuando un partido se fragmenta, la ciudadanía te lo hace pagar.
- Tus últimos años en política han estado marcados por tu rol en la oposición y la crisis de tu partido. Una despedida quizá no muy agradable, y por eso te pregunto si éste es un despido momentáneo de la política, o es un despido definitivo.
- No quiero hablar de punto y final. Es posible que sí lo sea, y también es posible que no lo sea. Es cierto que no me presenté a esta legislatura por una decisión personal, pero no estoy disgustada, o descreída con la política, así que no cierro la puerta. Si surge la oportunidad y me apetece, a lo mejor vuelvo.
- ¿De qué políticos del ámbito municipal, sean del bando que sean, has aprendido más en estos años?
- Una cosa que puedo agradecer de mi paso por la política es la cantidad de gente interesante que he conocido. Gente de todos los ámbitos, que si no llega a ser por mi labor, no la hubiera conocido. Dicho esto, y si me lo permites, barreré para casa y te hablaré de los que han estado a mi lado en todos estos años. En primer lugar, Catalina Sureda, una persona tranquila, noble, una gran persona que me empujó a dar el salto. Luego, Toni Pastor, una persona inteligente, con las ideas claras, y una oratoria brillante. Y por último, Cati Riera, con la que siempre me he entendido muy bien, trabajadora, honesta, perfeccionista… Estoy muy agradecida por todos estos años en política, ya que he crecido mucho a nivel profesional, y sobre todo, personal.
- Antes de acabar, ¿cuáles dirías qué son los grandes retos del municipio de Manacor de cara a los próximos años?
- Son muchos, aunque te diré los más importantes bajo mi punto de vista. En primer lugar, limpieza en todos los ámbitos. Sé que esto no depende solo del ayuntamiento, depende de todos, y por eso creo que es importante que todos nos impliquemos en esto. Sé que no es fácil, pero hay que solucionarlo. Luego está el tema de la seguridad, y también la movilidad. Respecto a esto último, creo que hace falta una apuesta valiente, con decisiones consensuadas, en la que se permita a la gente ir a pie, y al mismo tiempo, facilitar más aparcamientos. Si mejoramos en estos tres aspectos, daremos un paso importante como municipio.

