
Tras 42 años construyendo su velero, Raymond Jaunin cumplió su sueño
Tras 42 años de trabajo por parte de su propietario, Raymond Jaunin, el velero “Va de bon coeur” ya se encuentra fondeado en el Port d’Alcúdia, y aunque su intención era fondearlo en Porto Cristo, no encontró sitio, quedando a la espera de encontrar un lugar más cercano.
Raymond es suizo (Cartigny) y reside en una casa de campo de Sant Llorenç des Cardassar. Es maestro carpintero, y como señalábamos, durante 42 años, con sus propias manos y herramientas ha convertido su sueño en realidad.
Ni la edad del capitán, ni la pandemia, ni los problemas técnicos, han podido derrotar el sueño de Raymond. Con 82 años de edad, el carpintero de Cartigny siguió y siguió hasta conseguirlo. El velero tiene por nombre “Va de bon coeur”, de 16 toneladas y 17 x 4,8 metros, e inició su construcción en el año 1979 en su hangar de Cartigny.
Hubo diferentes etapas. Primero, terminar completamente el barco, para después, amueblar el interior, afinar la cubierta, terminar las conexiones del motor (un Perkins de 1960 completamente rehecho) e instalar el cableado de los dos mástiles. De ello se encargó Bernard Zumstein, un amigo de Raymond que no había visto en cuarenta y cinco años, vecino de la rue Louis-Favre, en Cartigny.
Posteriormente fue necesario dar de alta el velero, lo que a priori no era tarea fácil. Raymond nos dice que “un tipo vino a ver la ‘experiencia’, a pesar de que el barco no estaba terminado del todo. Realizó diversas instantáneas y se envió el archivo a Basilea”. Tras equiparlo con el equipo de supervivencia y el seguro, unas semanas más tarde, recibió el registro del velero. Raymond afirma que “me sorprendió mucho tener tan rápido los papeles, pero confiaron en mi. Al recibirlos, me emocioné mucho”.
A partir de ese momento, ya solamente pensaba Raymond en “¿cómo flotará el barco?, ¿será estable?, ¿cómo irá la cocina?”, tenía muchas preguntas en mente.
El velero estuvo listo el 16 de noviembre del pasado año, y quitó los mástiles para su transporte al Mediterráneo. Transportaron el velero de noche, con mucho cuidado, y llegaron a Port Saint Louis du Rhone el 19 de noviembre.
Desde finales del pasado año, ya tenía pensado llegar hasta Mallorca con su velero construido por él mismo en marzo de 2022, y lo consiguió. “Va de bon coeur” ya se encuentra amarrado en el Port d’Alcúdia, y su dueño, muy feliz por haber podido cumplir su sueño.
¡Enhorabuena Raymond! Una historia que demuestra bien a las claras que, con esfuerzo e ilusión, uno puede conseguir sus metas.